Sarah Ikumu entró en escena en el Britain's Got Talent, sin pretensiones, con humildad y "esperando dar lo mejor de si misma". La joven Sarah, hija de inmigrantes kenianos, comenzó a cantar en el coro de la iglesia a la que acudía su padre a la edad de 5 años. En su gran debut, sus padres estuvieron allí para dar apoyo y animar a su pequeña.
Sarah ya es toda una mujercita y decidió probar suerte en el famoso programa de talentos. Después de presentarse delante de los jueces, anunció que iba a cantar una de las canciones más grandes de la historia, la balada épica de Jennifer Hudson "You're Gonna Love Me". Simon, para variar, mostró inmediatamente desagrado ante su elección de la canción, pero le permitió continuar.
No se puede describir con palabras lo que sucedió a continuación. Ni Simon, ni el resto de personas allí presentes, podían dar crédito a lo que estaban escuchando.
Sarah escogió una de las canciones más difíciles de interpretar de la historia, y no sólo lo consiguió a la perfección, sino que además la hizo suya.
La joven de 15 años parecía "poseída" mientras cantaba en el escenario, con un control impecable, una madurez y una musicalidad en una actuación reservada a los grandes intérpretes de toda la historia.
Y Simon, alucinado y sin pensárselo dos veces, pulsó el botón dorado.
Sería cruel hacerte esperar más para ver el fascinante espectáculo de Sarah. Si aún no lo has visto, no sé a qué esperas en darle al play en el siguiente vídeo y disfruta de su maravillosa voz.
¿Qué te ha parecido la actuación de esta jovencita? ¿Y la reacción de Simon?
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