Esta historia te va a quitar el aliento: lo que ocurrió una buena tarde en la casa de la familia Brousseau parece una historia de ciencia ficción. Sin Duke, esta historia se habría convertido en una tragedia. Pero, por suerte para ellos, este no fue el caso y todo se quedó en un susto.
Se trataba de Jenna Brousseau, con su hija de 9 semanas, Harper. La noche anterior, tuvo que hacer frente a una de las experiencias más difíciles que le podría pasar a una familia joven.
Sin Duke, el perro de la familia, quién sabe cómo habría acabado aquella noche.
Duke fue rescatado de un refugio y adoptado por la familia Brousseau 6 meses atrás. Desde entonces, ha sido un fiel compañero y un perro muy atento. Pero esa noche...
...Algo inimaginable sucedió: la pequeña Harper estaba durmiendo en su cuna, con Duke durmiendo al lado, en el suelo. De repente, se dio cuenta de que respiraba de forma irregular antes de dejar de respirar.
Con la certeza de que algo estaba mal, irrumpió en la habitación de los padres y saltó sobre la cama hasta que se despertaron.
Sin tiempo que perder, los guió a la habitación del bebé. Harper ya estaba empezando a ponerse azul por asfixia. Sus padres temían lo peor y de inmediato llamaron a una ambulancia.
Afortunadamente, Harper escapó de la muerte. Pero su verdadero salvador es Duke. Vamos a reconocer el mérito a quien se lo merece.
No hace mucho tiempo, lo salvaron de un refugio, y ahora, Duke ha pagado esa deuda veinte veces. No puedo pensar en una mejor manera de agradecer a esta familia el que le sacaran de la perrera y le proporcionaran cariño y un hogar. Esperamos que tengan una vida muy felices todos juntos.
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