La ansiedad es una respuesta de nuestro cuerpo ante ciertos sucesos. Un grado moderado de ansiedad nos permite ser cautos y mantenernos concentrados en situaciones peligrosas para afrentar los retos, pero cuando la ansiedad es desproporcionada, la persona que la sufre se paraliza y se vuelve vulnerable. En ese caso, la ansiedad se considera un trastorno.
Cuando la ansiedad se vuelve un trastorno, genera sentimientos muy desagradables en la persona que lo padece. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada están constantemente en tensión ante supuestos "peligros" que en realidad no existen.
Por norma general, los pensamientos de las personas con ansiedad suelen ser muy parecidos y suelen dividirse en estas 5 categorías.
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Las personas que sufren ansiedad están preocupándose constantemente por lo que los demás piensen sobre ellos. Suelen creer que todo el mundo está enfadado con ellos por motivos que no tienen sentido, piensan que están molestando a la persona con la que hablan o incluso se preocupan porque sus vecinos escuchen lo que ven en la tele y piensen mal de ellos. Además, sienten que su ansiedad está provocando ansiedad en los demás.
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Las personas con trastorno de ansiedad generalizada no hacen más que pensar que están a punto de morir. Un simple estornudo puede ser la justificación perfecta para buscar los síntomas de algún tipo cáncer en internet y sentirte identificado.
Además, suelen agobiarse pensando en cuándo morirán y en cómo será la vida de sus familiares cuando ellos mueran. Por si fuera poco, también están constantemente preocupados por sus seres queridos y porque no hagan nada que ponga en riesgo su salud.
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El aspecto físico va muy ligado al qué piensan los demás sobre ellos. Las personas con ansiedad están constantemente preocupadas por ir adecuadamente vestidas, se preguntan una y otra vez si huelen mal y se miran al espejo pensando en la gran cantidad de defectos físicos que tienen.
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Al igual que la salud, el trabajo es otro de los temas que más preocupa a las personas con ansiedad. Estas personas se cuestionan una y otra vez la validez para el puesto que realiza, cuando sus jefes les llaman creen que es para despedirlas, si van al baño creen que les regañarán, etc.
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Además de eso, las personas con trastorno de ansiedad generalizada suelen tener otro tipo de dudas que no encajan en ninguno de los grupos anteriores. ¿He cerrado el coche? ¿He apagado las luces de casa antes de salir? ¿Apagué el fuego? ¿Tenía algo más que hacer hoy? Estas son solo algunas de las dudas con las que las personas con ansiedad se obsesionan.
Este trastorno puede llegar a ser agotador. Si presientes que sufres de ansiedad, acude a tu médico, no hay nada malo en reconocerlo. También puedes utilizar la lavanda para tratar la ansiedad con remedios naturales y como tratamiento complementario al que te recete tu médico.
¿Tienes alguno de estos pensamientos? ¡Háznoslo saber en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuente: Bustle
