El aroma irresistible y el exquisito sabor de las mandarinas hacen que sea una de las frutas más conocidas y deliciosas que existen. Los niños las adoran y los adultos las consumen a diario.
Además de su sabor, las mandarinas ofrecen múltiples beneficios para la salud de las personas. Tanto las mandarinas como las naranjas refuerzan el sistema inmunológico de las personas, nos ayudan a combatir inflamaciones, a mejorar el funcionamiento de nuestros pulmones y nos dan energía.
Sin embargo, no todo el mundo es consciente del hecho de que estas frutas pueden ser cultivadas en casa, tanto en macetas como en el mismo jardín. Para dejar de tener que ir a la frutería o al supermercado a comprar mandarinas, solo tienes que seguir los pasos que vamos a mencionar a continuación.
Necesitarás:
- Semillas de mandarina.
- Una maceta de tamaño mediano con agujeros en el fondo para que drene bien el agua. Esto será necesario únicamente si no tienes jardín. Si eres de los afortunados que tienen jardín en casa, puedes plantar las semillas directamente en la tierra.
- Tierra para echar dentro de la maceta.
Siembra las semillas de mandarina al fondo del macetero, pero evita que toque directamente con el suelo echando una fina capa de tierra antes. Echa el resto de tierra justo encima de las semillas hasta cubrir todo el macetero y colócalo en un lugar soleado.
Ten en cuenta que debes echarle de vez en cuando un fertilizante alto en magnesio, zinc y hierro para que el árbol crezca fuerte y sano.
Cuando veas que la tierra está seca, riégalo y no te olvides de cortar las ramas secas.
Al arrancar las mandarinas de las ramas debes hacerlo suave y cuidadosamente para no causarle daños innecesarios al árbol.
A partir de ahora ya podrás disfrutar de tus propias mandarinas libres de pesticidas y productos químicos que acostumbran a echarle en los mercados y fruterías.
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