El Parkinson es un trastorno crónico y progresivo del movimiento, lo que significa que los síntomas continúan y empeoran con el tiempo. El origen de esta enfermedad que afecta a miles de personas de todo el mundo sigue siendo un misterio, aunque, si bien actualmente no existe ninguna cura, hay algunas tratamientos que son capaces de reducir sus síntomas.
Afortunadamente, en un estudio reciente se ha encontrado una posible forma de tratar este trastorno que tiene que ver nada más y nada menos que con las bacterias de nuestros intestinos.
Según el portal de noticias NBC News, un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de California encontró que aquellas personas afectadas por la enfermedad de Parkinson muestran unos microbiomas intestinales en el que faltan alguna clase de bacterias muy importantes presentes en el resto de personas sanas. Gracias a este hecho, muchas de las terapias que utilizan bacterias intestinales para tratar el Parkinson han conseguido ganar cierto crédito y reconocimiento.
Buscar respuesta a la enfermedad mental en los intestinos puede parecer a priori una alternativa un poco extraña, ya que la enfermedad de Parkinson afecta directamente a las neuronas de nuestro cerebro. Algunas de las neuronas que pueden verse afectadas por el Parkinson son las encargadas de producir dopamina, una sustancia química responsable de enviar señales a la parte del cerebro que controla el movimiento y la coordinación de nuestro cuerpo. A medida que avanza la enfermedad, la cantidad de dopamina producida en el cerebro disminuye, haciendo que una persona sea incapaz de controlar sus movimientos.
Aunque los investigadores del Instituto de Tecnología de California todavía no han encontrado las bacterias concretas que podrían afectar a la enfermedad de Parkinson, tienen la certeza de que algunas bacterias intestinales regulan los síntomas de la enfermedad.
Hasta la fecha, no existe ninguna terapia basada en bacterias para tratar el Parkinson, ni siquiera una dieta específica que se pudiera seguir para reducir los efectos de la enfermedad. A pesar de ello, la Fundación Michael J. Fox dedicada a la investigación del Parkinson aconseja añadir frutas y verduras a la dieta para estar hidratado y lleno de energía, así como tomar alimentos ricos en fibra y bastante líquido para reducir el estreñimiento, un síntoma muy común entre los afectados por el Parkinson.
Si tu médico no te propone ninguna dieta o nutrición, es tu responsabilidad preguntar acerca del tema. Lo que comes diariamente afecta a la efectividad de la medicación y a la salud en general. Come sano y siempre pregunta a tu médico sobre dieta y nutrición.
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