La caspa es uno de los problemas estéticos más comunes a los que nos enfrentamos en nuestro día a día. Normalmente aparece cuando las bacterias y hongos crecen en el cuero cabelludo, provocando una molesta sensación de picazón y la formación de escamas de piel seca en el cabello.
Si de verdad queremos eliminarla de nuestras vidas, saber qué es, los tipos que existen y los diferentes tratamientos que tenemos a nuestro alcance resulta imprescindible.
¿Por qué aparece la caspa?
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Existen muchas razones por las que la caspa puede aparecer en nuestras cabezas. Los cambios estacionales de temperatura incrementan la formación de caspa.
Además, otros factores desencadenantes son el uso de champús sin un pH neutro, las permanentes y el tinte para el pelo, la predisposición genética puede afectar a familias enteras, el estrés, los cambios hormonales y otros factores de estilo de vida, como llevar una dieta inadecuada o consumir alcohol.
Cada dos semanas, las células de la piel de un cuero cabelludo sano se renuevan de manera natural y se eliminan durante el lavado y el cepillado en forma de escamas diminutas e invisibles. Sin embargo, cuando el proceso de renovación celular se acelera, se produce una excesiva descamación del cuero cabelludo, formándose grupos de células muertas llamadas caspa.
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Cuando un hongo microscópico llamado malassezia crece de forma descontrolada en el cuero cabelludo, causa una irritación en la piel que acelera la renovación celular en el cuero cabelludo.
Como resultado, el recambio celular se produce en menos de dos semanas y se desencadena una hiperproliferación cutánea.
En esta fase, una gran cantidad de células muertas se desprenden al mismo tiempo, mezclándose con el aceite de los folículos pilosos y formando pequeños grupos de escamas: la caspa.
Además, la grasa capilar ayuda a que la caspa se quede en el cabello y en los hombros, en lugar de caer al suelo.
La caspa también ocasiona picor y enrojecimiento. Al mismo tiempo, este picor e irritación generan una mayor descamación y proliferación del hongo malassezia, lo que empeora el problema y se convierte en un círculo vicioso si no se trata de forma efectiva.
Tipos de caspa
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La caspa puede clasificarse en dos tipos:
Caspa seca: que produce la formación de escamas finas no adheridas al cuero cabelludo que caen fácilmente sobre los hombros.
Caspa grasa: que conlleva la formación de láminas amarillentas adheridas al cuero cabelludo, que además suele tener un aspecto enrojecido.
¿Cómo podemos tratar la caspa?
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De la misma forma que existen muchos detonantes, también existen diferentes tratamientos que dependerán de la causa subyacente.
De forma general, los farmacéuticos recomiendan la utilización de cepillos de cerdas suaves así como evitar aclarar la cabeza con agua muy caliente, ya que solo aumentará la producción de más caspa.
Por otro lado, avisan de que la constancia es un aspecto clave dentro del tratamiento de la caspa, pues puede pasar más de un mes antes de que comiencen a verse resultados.
Por otro lado, hay casos en los que el uso de un champú específico es suficiente, pero hay otros en los que se necesita un tratamiento sintomático por vía oral.
Por lo tanto, es recomendable consultar a un médico especialista ante la primera sospecha de caspa para así determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.
