Conoce la historia de Jon Krop, un abogado que encontró una nueva forma de vida a través de la meditación. Jon comparte su experiencia con todos nosotros y nos enseña a vivir de una forma más relajada abandonando las pequeñas preocupaciones de la vida cotidiana.
La ansiedad es una verdadera tortura.
"Era a principios del 2015 cuando decidí hacer una escapada espiritual al desierto de Arizona durante siete meses.
Después de meses durante los que medité durante 9 horas al día, estaba en un estado de paz tan profundo que pensé que estaría así por siempre"
Jon krop a la derecha realizando una ceremonia budista con su profesor.
Entonces me mudé a la ciudad de Nueva York.
"Quizás puedas imaginarte lo que ocurrió entonces: El estrés de la ciudad me destrozó mi estado de paz y armonía interior casi al instante.
Mi retiro transcurrió en un entorno con unas condiciones perfectas, silencio, soledad, sin responsabilidades...En la ciudad me encontré todo lo contrario. Necesitaba encontrar un trabajo. Necesitaba encontrar un apartamento. Empecé una relación con una persona. Todo eso fue demasiado para mí. Me sentí desbordado y entonces la ansiedad me golpeó con su puño de hierro. Me sentía saturado e incapaz de manejar esa situación."
Es exactamente esa sensación de incapacidad a la hora de afrontar los problemas lo que te provoca la ansiedad, y por eso puede ser tan perjudicial para nosotros.
"Intenté usar mis nuevas técnicas de meditación para afrontar la ansiedad, pero no funcionaron. Incluso me sentí un poco traicionado por las prácticas de meditación que realicé. ¿Después de tanta práctica no podía soportar los problemas de la vida cotidiana?."
Entonces medité y descubrí que necesitaba afrontar mis dificultades y no huir de ellas. Sí, lo sé, decirlo es la parte fácil.
Fue entonces cuando comencé a utilizar lo que se conoce como "Pausa consciente".
Algunos estudios han demostrado cómo la meditación pueden reducir el estrés y la ansiedad. Con esta técnica podrás calmarte en tan solo 30 segundos. Un estudio incluso demostró que ese tipo de meditación afecta a la parte del cerebro que es responsable del estrés, la ansiedad, y el miedo.
Básicamente, la pausa consciente es un gran "tratamiento puntual", para aquellos momentos donde te sientas con ansiedad o estrés y tengas poco tiempo para relajarte.
Solo necesitarás 30 segundos para preparar tu cuerpo, y podrás hacerlo en cualquier lugar. Puedes estar de pié, sentado, tendido...como quieras. Además nadie sabrá que estás meditando. Cuando te encuentras en un bucle infinito de ansiedad, a veces lo único que necesitas es interrumpir ese proceso, realizando una pausa que te ayude a encontrarte a ti mismo.
Funciona de esta manera:
Haz clic en "SIGUIENTE PÁGINA" para continuar leyendo: Funciona de esta manera: 1- Respira profundamente.
Inhala de forma profunda y lenta, llenando tus pulmones completamente. Inhala desde tu ombligo hasta llenar tu pecho.
Existe una gran relación entre el estado de relajación y la respiración. Respirando de forma relajada y profunda puedes crear la sensación de relax.
2- Siente tu cuerpo.
Concéntrate en las sensaciones de tu cuerpo. Reconoce las sensaciones que sientes: calidez, frío, presión, el tacto de la ropa. No tienes que evaluar las sensaciones como buenas o malas. Siente, simplemente siente.
Si sientes un gran número de sensaciones es perfecto. Si solo sientes el peso de tu trasero sobre la silla, también es perfecto.
Si notas alguna sensación que parezca estar conectada con el estrés o la ansiedad, es especialmente conveniente que le prestes atención. Puede que sea una presión en el pecho, o calidez en la cara. Si puedes centrarte en esas sensaciones corporales en vez de pensar en lo que te produce ansiedad, serás capaz de olvidarte de ello sin demasiado esfuerzo. Es como bañarte en el océano. Cuando una ola va hacia a ti, y tu intentas aguantar con los pies apoyados en la arena, eres incapaz de aguantar el impacto y todos acaban mirando y riéndose de ti. Pero si te sumerges y la atraviesas, no habrá ningún problema.
Este paso no lleva más tiempo del que tardas en respirar un par de veces, puedes alargarlo todo lo que quieras, pero no necesitas tanto tiempo.
3- Centra la atención en tu respiración.
Presta atención al contacto del aire en tu nariz cuando respiras. Intenta fijarte como el aire fluye a través de tu nariz. Esa sensación te centrará en el momento presente.
En este paso, no necesitas respirar profundamente, tan solo deja que tu cuerpo respire como le apetezca. Y tal y como en el paso anterior, este paso no necesitas hacerlo por más de dos inhalaciones, pero como antes, todo depende de ti.
4- ¡Vive la vida!.
El último paso de la pausa consciente es simplemente volver a tu vida sin preocupaciones.
Abre tus ojos si los has cerrado y sigue con tu vida. Intenta mantener esa sensación de calma que acabas de crearte. Si puedes tomarte unos segundos y sentarte tranquilamente, para luego proseguir con un ritmo más pausado sería lo fenomenal.
Puedes realizar esta técnica en tu zona de trabajo, en el transporte público...
La parte más difícil realmente no es realizar la pausa, sino acordarse de hacerla cuando la necesites.
Yo solía caer en la trampa de usar la pausa consciente para resistir mi ansiedad. Hacía los cuatro pasos pensando, '¡Maldición, mi ansiedad sigue ahí!', esta estúpida técnica no funciona.
Pero el truco es aceptar esas sensaciones, como la de ansiedad, y dejar que vengan y se vayan. Cuando aparezcan, las asumimos, no tienen que ser un problema. Prestando atención a nuestras emociones durante 30 segundos, podemos ser capaces de encontrar el verdadero alivio.
Tomar pequeñas pausas ha cambiado mi vida.
Al final, pude sobrellevar mi vida en Nueva York, encontrar un apartamento, encontrar un empleo, bueno "empleos", porque en estos momentos soy abogado y profesor de meditación.
Pero lo mejor de todo es que ahora conozco una forma de trabajar con mi ansiedad. Ahora se encontrar la calma y claridad que conocí en el desierto en el caos que supone vivir en una ciudad.
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Fuente: Upworthy
