Esta madre estaba molesta porque el cajero del supermercado en el que estaban comprando fue muy grosero sin razón alguna. Pero nunca pensó que su hijo de tan sólo 7 años, le contestaría esto:
"Estaba comprando en un supermercado con mis dos hijos, uno de cinco años y otro de siete, a principios de diciembre.
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Cajero: (a mis hijos) "Estáis emocionados con la Navidad chicos?"
7 años: "No somos cristianos, somos judíos. ¡Nosotros tenemos Hanukkah!"
5 años: "¡Miau!"
Cajero: "Bueno, para mi es todo lo mismo; Pienso que todas las religiones son igual de estúpidas."
(Ese tipo tenía pinta de ser un maleducado, así que ni me molesté en contestarle. Mi hijo de 5 años siguió maullando, el de 7 fue guardando la compra en las bolsas, y yo busqué en la cartera para sacar la tarjeta de crédito y pagar.)
Cajero: (a mi hijo de 5 años) "¿Quieres quedarte con el zumo, o guardarlo en la bolsa?"
(Él contestó con otro maullido)
Cajero: (a mi hijo de 5 años en un desagradable tono) "Esos maullidos son realmente molestos y maleducados. ¡Deberías dejar de hacerlos!"
(Me enfadé muchísimo. Por un momento me quedé sin palabras. Pero entonces...)
7 años: (con voz calmada y tranquila) "Mi hermano tiene autismo y todavía no sabe hablar, pero le encantan los animales. Cuando maúlla es porque está tratando de dar lo mejor de si mismo y ser amable, así que deberías ser más simpático. En cualquier caso, tu madre te debería haber enseñado a no meterte con niños pequeños."
5 años: "¡Miau!"
Cajero: "..."
¡Me sentí muy orgullosa de mis hijos ese día!
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Nunca se debe juzgar a alguien a primera vista, y mucho menos si se trata de un niño pequeño como en este caso, porque nunca sabemos cuales son las circunstancias que le llevan a comportarse de tal forma.
Este niño, con tan sólo 7 años, le enseñó una importante lección al cajero.
