Los "primeros" bebés siempre resultan los más adorables, desde sus primeras sonrisas hasta las primeras palabras e incluso pasos. ¡Este mismo concepto también puede aplicarse al reino animal!
Aunque los bebés humanos deben aprender primero a gatear antes de que puedan mantenerse de pie y caminar, cuando se trata de crías de canguro, es importante que primero experimenten la vida fuera de la bolsa de la madre, es entonces cuando pueden comenzar a dar sus primeros saltos.
Tristemente, no todos las crías de canguro corren la suerte de tener una madre que les enseñe a caminar solos. En esos casos, dependen de los cuidadores humanos. Los trabajadores del Kangaroo Sanctuary at Alice Springs, en Australia, recientemente, decidieron que era hora de dejar que el pequeño Bradley diera sus primeros pasos.
Desde que se quedó huérfano, ha pasado todo su tiempo en las bolsas improvisadas del refugio.
Así que, naturalmente, Bradley necesitaba un poco de convicción para ponerse en marcha... Usando la bolsa de la almohada como señuelo, Bradley fue convencido para saltar y decir: "Hola".
¡Mira lo pequeño que es! Tuvo que ser difícil no enamorarse del pequeño a primera vista.
Era muy importante hacer que Bradley saltase, pero el pequeño dejó muy claro que quería volver a la seguridad y la comodidad de su "bolsa". ¿Quién podría decirle que no a él, después de todo lo que ha pasado?
El objetivo era hacer que Bradley fuera lo suficientemente fuerte como para volver a la vida silvestre como lo hicieron con innumerables crías huérfanos. Sin embargo, si no puede ser rehabilitado, vivirá en el refugio en su parcela de 760 metros cuadrados de naturaleza virgen.
Echa un vistazo al vídeo y disfruta con este pequeño saltarín. ¿Qué te ha parecido su conmovedora historia? ¡Publica tus impresiones en la sección de comentarios! ¡No olvides compartirlo con tus amigos y familiares! https://www.facebook.com/thekangaroosanctuary/videos/1553878318014214/