El invierno es una estación muy problemática en muchos sentidos. Algunas personas se ven obligadas a conducir por carreteras llenas de hielo, la mayoría nos tenemos que abrigar como si fuéramos al polo norte solo para salir y recoger el correo y es que el simple hecho de que los días siempre estén oscuros es una lata que entristece a cualquiera.
Lo peor de todo es el frío que afecta en mayor o menor medida a nuestra piel. El aire gélido contiene menos humedad, lo que significa que es mucho más seco que el aire caliente y puede hacer que nuestra piel se vuelva áspera y seca.
Una de las partes del cuerpo más afectada suelen ser las manos. Durante el invierno, muchas personas, especialmente aquellos que realizan trabajos manuales, experimentan agrietamientos y sequedad en las yemas de los dedos.
Este agrietamiento de la piel puede ser leve y causando finas lineas oscuras o pueden ser profundas y dolorosas llegando a causar a veces el sangrado. Este tipo de agrietamiento también puede ocurrir en áreas de las manos como los nudillos.
Cuando los dedos duelen, hasta la tarea más simple puede ser toda una pesadilla. Por suerte, existen diversas maneras para prevenir y curar las manos secas y agrietadas con el objetivo de mantener tus dedos suaves durante todo el invierno.
Echa un vistazo a algunos de los consejos que mantendrán tu piel sana y suave durante el invierno.
¿Por qué se forman las grietas de tus dedos?
Las grietas se forman en la piel cuando esta se seca y se contrae causando pequeñas grietas. Suelen ser superficiales e indoloras, pero muy desagradables, aunque a veces llegan a ser tan profundas y dolorosas que pueden producir sangrado o heridas abiertas que pueden conducir a una infección.
La piel agrietada es más común en invierno debido al viento gélido que suele ser bastante más seco respecto al resto del año. La piel expuesta de las manos y la cara, suelen ser las primeras en sentir los efectos. Entonces, ¿cómo puedes mantener tus manos sanas y salvas durante el invierno?
Consejos preventivos
Cúbrete las manos cuando salgas al exterior
Si tu piel está cubierta, el viento y el frío lo tendrán más difícil a la hora de irritar y secar tus manos. Cuando sepas que te vas a exponer a estos elementos, usa siempre que puedas guantes térmicos. Si vas a necesitar mantener tus dedos ágiles, busca guantes finos que de alguna manera sigan protegiendo tus dedos.
Mantener la piel protegida del frío es el primer paso para prevenir le daño y proteger la piel ya dañada dándole una oportunidad para que sane.
Hidratar, hidratar e hidratar
Aplica una crema de manos al menos una vez al día o cada vez que sientas la piel tirante y seca. Presta especial atención a tus dedos y nudillos, ya que estas son las partes que tienden a secarse más rápido.
Mantente hidratado
Un buen balance de humedad comienza desde el interior de tu cuerpo, así que asegúrate de estar bien hidratado.
El hecho de que no sea verano no significa que no debas beber bastante agua. Los tés y las bebidas calientes también cuentan y ayudan. Pero, ¿qué puedes hacer si tus manos ya están secas y agrietadas?
Consejos curativos
Mantén la humedad durante la noche
Antes de ir a la cama, empapa tus manos en una buena cantidad de crema para manos. Aplica más de la que utilizarías durante el día. Luego ponte unos guantes de algodón y a dormir.
Los guantes evitarán que la crema acabe pringando todas las sábanas y también se asegurarán que tu piel absorbe toda la humedad. A la mañana siguiente tus manos estarán tersas y suaves. Dependiendo de cómo de seca sea tu piel, necesitarás repetir este consejos varias días seguidos.
Pégate a ti mismo
Si alguna de las grietas de tus manos es los suficientemente profunda, puede causar llegar a ser muy dolorosa y venir acompañada de sangrado. Un poco de pegamento puede ser una gran remedio para estos casos.
Suena raro, pero para cortes pequeños o relativamente poco profundos, el pegamento es ideal para sellar la herida sin tener que utilizar un vendaje. Ten la precaución de utilizar un pegamento que no contenga químicos que te irriten la piel.
Cubre tus heridas con tiritas
Antes de embadurnarte en pegamento, ten cuidado. El pegamento no debe utilizarse para tratar heridas profundas o de punción, además, siempre asegúrate de leer su composición antes de poner cualquier cosas sobre tu piel ya que algunos pegamentos contienen productos químicos que pueden irritarla.
Si el pegamento para el hogar te parece una locura, utiliza un tirita, seguro que eso no te resulta extraño. Básicamente, si tu piel está ya agrietada, lo primero que debes de hacer es cubrirla para prevenir una infección y facilitar su curación.
Sumerge las manos en parafina
Se trata de un tratamiento clásico de spa. La parafina es un tipo de cera que se derrite a temperatura bastante baja en la que se sumergen las manos y luego se deja endurecer la cera. De de esta manera la piel absorbe la humedad y los aceites de la cera.
Puedes conseguir este tratamiento en cualquier balneario o salón de belleza. Si lo prefieres, también puedes hacerte con un kit de parafina por tu cuenta y hacerlo en casa.
Si decides lanzarte a la aventura y hacerlo por tu cuenta, asegúrate de leer todas las instrucciones y considera realizar una pequeña prueba aplicando solo un poco de la cera para asegurar que tu piel no muestra reacciones inesperadas.
¡Aunque el invierno pueda ser muy duro no tiene que amargarte la existencia!