Según cifras de la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), el cáncer colorrectal es el más común diagnosticado en España. Con más de 40.000 casos nuevos al año, la cifra de afectados supera a la de los pacientes de cáncer de próstata, pulmón, mama o vejiga.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó a finales de 2015 que la carne procesada es uno de los principales causantes del cáncer colorrectal.
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El colon que es la mayor parte del intestino grueso, desempeña un papel muy importante en la salud del organismo. Aparte de ayudar a formar, almacenar y eliminar los residuos, contiene miles de millones de bacterias que son esenciales para mantener nuestro microbioma en equilibrio.
Las investigaciones publicadas en Pharmaceutical Research, sugieren que tan sólo entre el 5 y el 10% de los casos de cáncer se deben a defectos genéticos, mientras que el resto está relacionado con el medio ambiente y el estilo de vida que llevamos.
Los investigadores estimaron que hasta un 35% de las muertes relacionadas con el cáncer pueden ser debidas a la dieta, 30% debido al tabaco, 20% debido a infecciones y el resto debido a otros factores ambientales como la exposición a la radiación o la contaminación ambiental.
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El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR, por sus siglas en inglés) también declaró que cerca de un tercio de los casos más comunes de cáncer se pueden prevenir con una dieta equilibrada, practicando ejercicio físico y manteniendo un peso saludable.
En el caso concreto del cáncer colorrectal, el porcentaje que podría prevenirse a través de estos factores de estilo de vida aumenta hasta el 50%. Estas cifras son realmente impresionantes, por lo que merece la pena que al menos veamos qué deberíamos hacer para evitar esta enfermedad.
Principales consejos para la prevención del cáncer de colon 1- Consume más frutas y verduras
Las verduras contienen una serie de antioxidantes y compuestos como el magnesio que combaten diferentes enfermedades. Por cada 100 miligramos de aumento en el consumo de magnesio, el riesgo de sufrir un tumor colorrectal disminuye en un 13%, mientras que el de padecer cáncer colorrectal se reduce en un 12%.
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Los investigadores señalaron que los efectos anticancerígenos del magnesio pueden estar relacionados con su capacidad para reducir la resistencia a la insulina, lo que puede afectar positivamente el desarrollo de tumores.
Por otro lado, algunos productos químicos vegetales, llamados fitoquímicos, pueden reducir la inflamación y eliminar los carcinógenos, mientras que otros regulan la velocidad a la que se reproducen las células para deshacerse de las células viejas y mantener el ADN.
Las verduras y las frutas también son ricas en fibra. Los estudios han demostrado repetidamente que las personas que consumen más vegetales tienen menos probabilidades de sufrir cáncer.
De hecho, por cada 10 gramos de fibra que añades a tu dieta diaria, el riesgo de padecer cáncer de colon disminuye en un 10%. Las semillas de cáñamo, las semillas de lino y las semillas de chía también son valiosas fuentes de fibra soluble e insoluble.
Las verduras crucíferas pueden ser particularmente beneficiosas debido al sulforafano que contienen. Se ha demostrado que el sulforafano suprime el crecimiento de tumores derivados del cáncer de colon.
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La deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo para el cáncer colorrectal. En un estudio publicado en la revista Gut, las personas con niveles sanguíneos de vitamina D más altos tenían menos probabilidades de desarrollar tumores colorrectales.
Esto puede ser debido a que la vitamina D es beneficiosa para el sistema inmunológico, que a su vez puede ayudar a limitar el crecimiento de tumores cancerosos.
La exposición regular al sol (siempre con protección) o tomar suplementos de vitamina D3 pueden aumentar los niveles de vitamina D en tu cuerpo.
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Las carnes procesadas son las que están repletas de conservantes químicos como las salchichas, las hamburguesas o la charcutería envasada.
Los nitratos que se encuentran en estas carnes en forma de conservantes, colorantes y aromatizantes, se convierten con frecuencia en nitrosaminas, que están claramente asociadas con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
4- Limita el consumo de carne roja
Las investigaciones sugieren que las personas que comen más carne roja tienen un 24% más de probabilidades de padecer cáncer colorrectal.
La carne roja no es el problema en sí, sino la forma en la que se cocina y la fuente de la que proviene. Por ejemplo, la carne de vaca alimentada con pasto contiene compuestos que ayudan a combatir el cáncer. Sin embargo, las carnes rojas cocidas a altas temperaturas (como con lA barbacoa o fritas) pueden contener subproductos carcinógenos como aminas heterocíclicas (HCA) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Por ello, es importante que nos aseguremos que la carne que compramos proviene de animales alimentados con pasto y que la cocinemos a la plancha.
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Existen muchas evidencias que prueban que el ejercicio regular puede reducir significativamente el riesgo de sufrir cáncer de colon. Un estudio reveló que los hombres y las mujeres físicamente activos disminuyen en un 30 o 40% el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
El ejercicio ayuda a bajar los niveles de insulina, una de las maneras más eficaces de minorar el riesgo de desarrollar cáncer. También se ha sugerido que la apoptosis, que es la muerte de las células del cuerpo, esTÁ provocada por el ejercicio, haciendo que las células cancerosas se destruyan.
El ejercicio también mejora la circulación de las células inmunes en la sangre. El trabajo de estas células es neutralizar los patógenos en todo el cuerpo, así como eliminar las células precancerosas antes de que se conviertan en cancerosas.
Mientras mejor circulen estas células, más eficiente será el sistema inmunológico para defenderse de infecciones y enfermedades como el cáncer.
6- Mantén un peso saludable y controla la grasa acumulada en el vientre
Una serie de estudios han vinculado la obesidad con un mayor riesgo de sufrir una docena de cánceres diferentes, incluyendo el cáncer de colon.
En términos de prevención del cáncer, la pérdida de grasa abdominal es especialmente importante, ya que la grasa del vientre está vinculada a un mayor riesgo de padecer cáncer de colon, independientemente del peso corporal.
7- Limita el consumo de alcohol y deja de fumar
Tanto la ingesta excesiva de alcohol como el tabaquismo están asociados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
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Se ha demostrado que el ajo ayuda a matar las células cancerosas. Un estudio mostró que las mujeres que comían regularmente ajo (junto con frutas y verduras), tenían un 35% menos de posibilidades de sufrir cáncer de colon.
La clave es que lo tritures o lo cortes en trocitos pequeños para estimular la liberación de una enzima llamada aliinasa, que a su vez cataliza la formación de alicina. La alicina se descompone rápidamente para formar una serie de compuestos de organosulfuro diferentes que son los que activan las propiedades medicinales del ajo.
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Estos consejos son imprescindibles para prevenir la aparición de una gran cantidad de enfermedades, entre ellas el cáncer colorrectal. Si tienes más de 50 años, es muy importante que te realices una colonoscopia anual, ya que el cáncer de colon se desarrolla lentamente y siempre es mejor diagnosticarlo en las primeras etapas.
¿Pondrás en práctica estos consejos? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuente: Dr. Mercola | The Hearty Soul
