Incluso si no eres un gran fan de la miel, debes tenerla en tu cocina. Es un alimento repleto de vitaminas, minerales y sustancias biológicamente activas que te ayudarán a mejorar tu salud interna y externa. La miel tiene efectos bactericidas, hidratantes, calmantes y vigorizantes, por lo tanto será ideal para cuidar tu piel y tu cabello.
Estos son los mejores remedios para combatir los problemas de piel y cabello 1- Aportarle brillo a la piel
Mezcla dos cucharadas de miel y dos cucharadas de leche. Aplícate la mezcla en el rostro con la ayuda de un algodón y déjala actuar 10 minutos. A continuación, lávate la cara con agua tibia y ponte tu crema hidratante. Esto le aportará vitaminas y aminoácidos esenciales a tu piel para aumentar su elasticidad e hidratarla.
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Mezcla una cucharada de miel y una cucharada de canela y aplícatelo en el rostro. Déjalo actuar 10 minutos y lávate la cara con agua tibia y tu limpiador facial. Las propiedades anti bacterianas de la miel la desinfectarán y te ayudarán a tratar el acné.
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Mezcla media cucharadita de miel, una cucharadita de jugo de limón y una cucharadita de yogur natural. Aplícate el ungüento en las zonas oscuras de la piel una o dos veces por semana y déjalo actuar durante 20 minutos. Te ayudará a aclarar esas áreas y tendrás un rostro mucho más uniforme.
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Puedes prepararte un exfoliante natural mezclando una cucharada de miel con una cucharada de copos de avena. Date pequeños masajes circulares y luego elimina los restos con agua tibia. Se te quedará la piel mucho más suave y sin impurezas.
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Mezcla un poco de miel, azúcar y aceite de oliva y aplícatelo en los labios haciendo círculos, como si los estuvieses exfoliando. A continuación, aplícate un bálsamo labial. Eliminarás las pieles muertas y se te quedarán suaves y sedosos.
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Mezcla una cucharada de miel, una yema de huevo y una cucharada de aceite de oliva hasta crear una mezcla homogénea. Aplícatela en el cabello de medios a puntas y déjala actuar unos 30 minutos. A continuación, lávate el cabello de manera normal y verás lo hidratado que se te queda.
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Mezcla miel, jugo de limón y copos de avena a partes iguales. Cuando consigas una mezcla homogénea, aplícatela en la zona de la cicatriz y déjala actuar 10 minutos. Además de acelerar el proceso de curación, disimulará la cicatriz y evitará que se te formen ronchas.
La miel es el ingrediente esencial de una gran cantidad de remedios, por eso es importante que, aunque no te guste su sabor, la tengas en la despensa.
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