A pesar de que la población Amish supone menos de un 1% de la población estadounidense, esta solitaria comunidad y sus peculiares costumbres despiertan un gran interés a su alrededor. Muchas veces son incomprendidos por el resto del mundo y pocos llegan a empatizar con sus tradiciones y la más controvertida es su forma de vestir.
¿Por qué visten así los Amish?
Puede parecer simple, pero te sorprenderás la cantidad de cosas que están y, sobre todo, las que no están permitidas.
Así deben vestir los hombres Amish
No llamar la atención
La regla de oro para toda la ropa que llevan los Amish es que esta no debe llamar la atención sobre el resto. Con esto promueven, según su código, la modestia y el sentimiento de formar parte de una comunidad de iguales.
Nada de accesorios
Botones, corbatas, cremalleras y hebillas son objetos demasiado llamativos para ellos por lo que nunca los verás usándolos. Sujetan sus pantalones oscuros con unos tirantes y llevan un sombrero de paja, según la temporada.
Sus chaquetas no tienen cuello ni solapa y las sujetan con un gancho y ojo en lugar de botón y ojal.
El matrimonio lo cambia todo
En la cultura Amish no se llevan anillos de compromiso, pero es muy fácil distinguir a los solteros de los casados. Hasta el momento de la boda, todos los hombres Amish se afeitan religiosamente, pero desde el día que se casan, se dejan crecer la barba.
Así deben vestir los mujeres Amish
Debajo del gorro
La mayoría de las mujeres Amish nunca se cortan el pelo y lo llevan en forma de trenza bajo el gorro.
Su vestimenta
Solo llevan vestidos, pero las reglas para estos son estrictas. Se mide la longitud de la falda y de la manga dependiendo de cada comunidad. La mayoría de las mujeres Amish deben llevar las mangas completas y usar tejidos lisos y de un solo color sólido.
La importancia del color
El color tiene un papel importante en la comunidad Amish. Las niñas tienen los vestidos en colores más claros que los adultos y a medida que envejecen, pueden usar tonos cada vez más oscuros. En algunas comunidades las mujeres cambian el color de su sombrero, de blanco a negro, una vez se han casado.
Los vestidos están diseñados para ser cómodos y poder realizar todas las tareas con ellos. Un viejo refrán dice que una mujer Amish solo tiene dos vestidos, el puesto y el lavado.
Nada de Swarovski
Las joyas están prohibidas entre los Amish, pero cuentan con algunos accesorios en sus armarios. Los delantales no pueden faltar en la comunidad y en las épocas de frío usan capas de lana para mantener el calor. No es de lo más glamouroso pero sí eficiente.