En un mundo gobernado por las tecnologías como es el nuestro, es cada vez más habitual que las empresas recurran a las entrevistas telefónicas para realizar la primera toma de contacto.
Lo cierto es que, con una simple conversación de no más de 10 minutos, un posible aspirante puede generar o perder todo el interés que la empresa pueda tener en él. Es por esta razón que es tan importante saber cómo reaccionar ante una de estas llamadas.
A continuación te mostramos algunos consejos para que puedas salir victorioso de una llamada que puede cambiarte la vida:
La llamada puede producirse en el momento más inesperado
Da igual que te pases el día entero sentado frente al teléfono, este tipo de llamadas suele pillarte en los momentos más inoportunos. Aún así, no te preocupes y no entres en pánico.
Si te llaman para hacer la entrevista mientras vas en el transporte público, haces la compra o estás en un evento importante, lo mejor es ser sincero con el entrevistador y decirle que no es un buen momento porque estás ocupado. Eso sí, asegúrate de ofrecerle un momento en el que pueda llamarte o plantea la posibilidad de que puedas ser tú quien le devuelva la llamada cuando las condiciones sean más favorables.
¿Cómo se debe plantear la entrevista?
Una vez iniciada la conversación, ¿qué debes hacer? Ante todo, recuerda que los nervios no traen nada bueno. Respira profundamente y relájate. Para evitar quedarte en blanco, es recomendable que te prepares la entrevista previamente. Estas son algunas de las cosas a las que deberías prestar atención:
Actitud: Sé natural, no intentes parecer alguien que no eres.
Tono de voz: tu voz debe transmitir positividad y seguridad. Alguien alegre con las ideas claras tiene muchos puntos a su favor.
Preguntas frecuentes: cuando buscas trabajo no debes limitarte a repartir currículums a diestro y siniestro. Infórmate un poco sobre los destinos que elegiste y prepara una respuesta a las posibles preguntas que puedan hacerte.
Experiencia y estudios: es clave que te sepas tu perfil laboral, no te permitas dudar en fechas, puestos de trabajo, formación… todo eso puede ser un mal indicador.
Precisión: puesto que no es el mejor medio para comunicarte, intenta no extenderte demasiado en las respuesta. Sé conciso y preciso ante cada pregunta, recuerda que el entrevistador está poco más que comprobando tus datos.
Preguntas: antes de colgar puedes preguntar por alguna cuestión que no te haya quedado del todo clara, las fases del proceso o cual será el siguiente paso.
Despedida: agradece al entrevistador el tiempo que ha invertido en ti. Recuérdale el gran interés que tienes por el puesto y que te encantaría tener una entrevista en persona.
Si quieres conseguir el trabajo de tus sueños y que un día en tu oficina sea como uno de estos, ya sabes lo que tienes que hacer.
¡Sigue todos estos consejos y estarás más cerca de lograr el trabajo que siempre quisiste! ¡Buena suerte!
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