Hay frases que escuchas de pequeño y te marcan para siempre. Además, consiguen influenciarte y forman parte de tu visión del mundo.
Aunque lo ideal es que se trate de frases buenas, que te hagan mejor persona, no siempre es así. Hay ciertas frases que pueden afectar a un niño y desencadenar problemas, complejos y traumas.
6 Frases que no debes decirle a un niño si no quieres acomplejarlo
1- Ponerles apodos
No les llames osito o cariñito ya que, aunque la intención no sea mala, lo confundes y restas importancia a la identidad que está forjando.
2- Poner en riesgo tus sentimientos hacia él
Cuando tenemos hijos muy inquietos y no somos capaces de controlarlos, tendemos a decirles que si siguen así, dejaremos de quererlos.
Eso atenta contra su personalidad ya que siente miedo de perder el cariño de su persona más importante, dejando de ser él mismo y tomando actitudes ajenas.
3- Dotarlos de adjetivos negativos
Frases como "si no te comes las verduras serás tonto" se consideran manipulación. Las suelen utilizar los abuelos que tuvieron que soportar hambre en su infancia.
Esto solo conseguirá crear traumas en los niños, desarrollando miedos o desórdenes alimenticios.
4- Comparaciones denigrantes
No debes hacer comparaciones del estilo "cuando yo tenía tu edad..." o "Pues Antonio sacó un 9 y tú solo un 7".
Con ello le provocas inseguridad y le creas barreras para relacionarse. Además conseguirás que su ánimo decaiga y se sienta incapaz de hacerlo mejor la próxima vez.
5- Hacerles sentir que te avergüenzas de ellos
Cuando le dices a un niño que no te avergüence, piensa que lo que hace es un error y luego no sabe cómo debe actuar cuando le toca hacer alguna tarea, por muy sencilla que sea.
6- Castigar su mal comportamiento con seres inexistentes
Amenazar al niño con seres inexistentes por no poder controlar su comportamiento solo conseguirá crear desconfianza en el niño ya que esas personas a las que quieres dejarán que alguien te haga daño solo porque no haces lo que ellos quieren.
Está claro que nadie nace sabiendo ser padre y que no hay ningún curso que te enseñe. Además, los niños no suelen venir con instrucciones. Sin embargo, debes intentar no herir sus sentimientos y forjar seguridad en ellos para que crezcan sanos, felices y aprendiendo a forjar su propia personalidad.
Todos los niños son únicos y no hay que compararlos para acomplejarlos.