¿De qué bando eres? ¿Eres de los que se duchan por la mañana o de los que lo hacen por la noche? ¿Puede haber distintos beneficios dependiendo de cuándo decidas hacerlo? Pues depende de los objetivos que tengas. Como todo en esta vida, hay beneficios e inconvenientes en las dos opciones.
Hay quienes, por mucha alarma y mucho café que se tomen, no se terminan de espabilar hasta que le caen las primeras gotas de agua sobre la cabeza. Por otro lado están los que no conciben meterse en la cama sin darse una buena ducha... Pero, ¿qué es mejor?
Aunque en muchas ocasiones puede estar relacionado con los hábitos personales y la rutina diaria de cada persona, hay algo de ciencia a la hora de decidir enjabonarse antes del trabajo o antes de meterse en la cama.
La doctora en psicología de Harvard, Shelley Carson, cree tener la respuesta de este eterno dilema. ¡Presta atención!
¿Qué es mejor, ducharse por la mañana o por la noche? 5 Motivos por los que ducharse por la mañana
Ducharse a una temperatura moderada puede hacer que nos recuperemos más rápidamente de la llamada "inercia del sueño", esa característica sensación de aturdimiento que nos acompaña cuando nos despertamos.
Una buena ducha mañanera enfría las extremidades provocando una vasoconstricción general que nos ayuda a recuperarnos de esa sensación de adormecimiento.
Además una ducha por la mañana nos llena de energía y nos ayuda a ponernos en marcha para que empecemos el día positivos y con vitalidad.
"La ducha nos ayuda a estar relajados y a la vez mantenernos alerta. Estas características hacen que se fomente la creatividad", explica Carson.
Por esto, la experta recomienda las duchas matutinas cuando esperamos un día estresado en el trabajo, cuando estamos bajo mucha presión o cuando tenemos que realizar labores creativas.
5 Motivos por los que ducharse por la noche
Si tienes un día a día en el que el nivel de exigencia física es alto, quizás elijas el momento de ir a la cama para tomar una buena ducha.
Ducharse por la noche no solo nos ayudará a eliminar las toxinas y la suciedad que acumulamos a lo largo del día, sino que además, el agua caliente produce un efecto sedante que libera la tensión y sirve para eliminar el cansancio físico y psíquico.
Las investigaciones de Carson concluyen que, dado que ducharse reduce los niveles de cortisol (la hormona relacionada con el estrés), hacerlo por la noche nos ayuda a irnos a la cama más relajados.
Además, el agua puede ayudar a regular la temperatura corporal, lo que induce el sueño.
Es por esto que la psicóloga considera que las duchas nocturnas son mejores para aquellas personas a las que les cuesta desconectar de lo ocurrido durante el día.
La respuesta al eterno dilema: adaptar el momento en el que nos duchamos a los niveles de estrés que tengamos. Así, podremos disfrutar de los beneficios de las duchas matutinas y de las nocturnas.
¿Ducha fría o ducha caliente?
Como habrás imaginado, dependiendo del momento del día y el resultado añadido que se persiga con la ducha, si quieres despertarte rápido, la temperatura recomendable oscila entre los 24 y los 30 grados (agua más bien fresquita). Si lo que buscas es relajarte para dormir mejor, una ducha caliente (por encima de los 38 grados) podrá ayudarte a que cumplas tu objetivo.
¿Cuándo prefieres ducharte tú? ¿Cambiarás tu rutina a partir de ahora? ¡Déjanos tu respuesta en los comentarios! ¡Compártelo con todos tus amigos!