Sentarse con las piernas cruzadas es una de las manías más comunes que existen. Suele darse más entre las mujeres, aunque también hay muchos hombres que cruzan las piernas o al menos los pies cuando están sentados. A simple vista no parece nada preocupante, pero te aseguramos que después de leer esto tratarás de evitar esta costumbre.
Estas son las 5 razones más importantes por las que no debes sentarte con las piernas cruzadas 1- Se te duermen los músculos
Seguro que te ha pasado alguna vez. Cuando cruzas las piernas presionas los nervios y esto interrumpe la circulación correcta de la sangre. Como consecuencia, tu pie e incluso tu pierna se "duermen".
Por ello sientes hormigueo o entumecimiento en esa zona cuando llevas mucho tiempo sentado con las piernas cruzadas. Si te vuelve a pasar, levántate enseguida y mueve tus extremidades.
2- Favorece la aparición de varices
Al interrumpir la circulación, la sangre se acumula en las venas haciendo que aumenten su grosor favoreciendo la aparición de varices.
3- Puede afectar a tu pelvis
Cruzar las piernas hace que los músculos laterales del cuádriceps se alarguen y los del medio se acorten, provocando así un desequilibrio en la pelvis que con el tiempo puede afectar a tu forma de caminar.
4- Te provoca dolor de cuello
Al cruzar las piernas estás ejerciendo una presión extra en la columna vertebral y el cuello. Con el tiempo, acabas inclinándote y desplazando tu peso hacia un lado. Esto, a la larga, te provocará dolor de cuello, espalda, caderas o columna vertebral.
5- Incrementa tu presión arterial
Un estudio del Instituto Nacional de Salud realizado en 2007 verificó que la presión arterial aumentaba cuando una persona se sentaba con las piernas cruzadas. Esto, por suerte, no ocurre si solo cruzas los pies.
Generalmente, la presión arterial puede fluctuar durante el día, pero para las personas con problemas de salud subyacentes cruzar las piernas durante largos períodos de tiempo afectará gravemente a su circulación.
En la mayoría de ocasiones, este mal hábito hace que tengas que acudir a un fisioterapeuta o quiropráctico. Como siempre defendemos en rolloid, es mejor prevenir que curar, por lo tanto trata de sentarte recto, con la espalda apoyada en el respaldo y las piernas en un ángulo de 90º y te evitarás muchos problemas.
¿Tú también tienes esta mala costumbre? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuente: Tip Hero Imagen de portada: Shutterstock g-stockstudio