Los alimentos genéticamente modificados están causando mucha controversia desde hace algunos años, pero los humanos han estado modificando la genética de los alimentos desde hace siglos.
El fin que persiguen las personas que se dedican a ello con los OGM (Organismos Genéticamente Modificados) es aumentar su resistencia a las plagas, aportarles una apariencia más apetecible y conseguir que duren más en nuestra cocina.
Así eran los alimentos antes de ser genéticamente modificados
1- Sandía salvaje
Esta pintura del siglo XVII de Giovanni Stanchi representa una sandía que es sorprendentemente diferente a las actuales.
Con el tiempo, los seres humanos han ido modificando esta fruta hasta obtener un interior rojo y carnoso.
2- Plátano salvaje
Los primeros plátanos se cultivaron hace al menos 7.000 años en lo que hoy es Papúa Nueva Guinea y en el sudeste asiático. Los plátanos modernos provienen de dos variedades silvestres, Musa acuminata y Musa balbisiana, que tenían semillas grandes y duras como las de esta foto.
El híbrido produjo el delicioso plátano moderno, con su forma práctica y su cobertura fácilmente pelable. En comparación con su antepasado, la fruta tiene semillas mucho más pequeñas, sabe mejor y está llena de nutrientes.
3- Berenjena salvaje
Durante su historia, las berenjenas han adoptado una amplia gama de formas y colores tales como blanco, azul, púrpura y amarillo. Algunas de las berenjenas más antiguas se cultivaron en China. Las versiones primitivas solían tener espinas en lugar de tallo.
El cultivo selectivo nos ha dado el vegetal de color oscuro y alargado que se encuentra en la mayoría de supermercados.
4- Zanahoria silvestre
Las primeras zanahorias se cultivaron en el siglo X en Persia y Asia Menor. Se pensó que originalmente eran de color púrpura o blanco con una delgada y bifurcada raíz.
Los agricultores domesticaron estas finas raíces blancas, que tenían un sabor fuerte y las convirtieron en grandes y sabrosas raíces naranjas.
5- Maíz silvestre
Quizás el ejemplo más emblemático de la cría selectiva es el maíz dulce de América del Norte, que se obtuvo de la planta de teosinte, que apenas era comestible. El maíz natural fue modificado por primera vez en el año 7.000 a.C., según afirma el profesor de química James Kennedy.
Hoy en día, el maíz es mucho más grande que hace 9.000 años y más fácil de pelar. Además, el 6,6% de su composición es azúcar.
Después de leer todo esto, probablemente estés pensando en cómo hacer para no comer alimentos genéticamente modificados, pues bien, sentimos decirte que a día de hoy no es posible. Esto no quiere decir que las frutas y verduras que comemos en la actualidad no sean sanas, sino que el cultivo selectivo ha hecho que se transformen en lo que son hoy en día.