Estás a dieta y te pasas a las versiones light de tus refrescos favoritos pensando que es la mejor opción. Error y de los grandes. Estas bebidas denominadas light están igualmente edulcoradas, pero a diferencia de su versión normal que está azucarada, estas usan edulcorantes que no engordan, pero que no necesariamente son lo más sano del mundo, muy contrario a la creencia popular.
Los refrescos light no son la opción más saludable
1- Nos hacen adictos al azúcar
Al estar tan endulzadas hacen que nuestro paladar se acomode totalmente al gusto por lo dulce, lo que va a provocar que cada vez necesitemos más sabor a azúcar en los alimentos que consumimos.
2- Puedes engordar
Estas bebidas edulcoradas que realmente no tienen azúcar engañan al cuerpo haciéndole pensar que está ingiriendo algo dulce cuando realmente no es así. El organismo no procesa estos endulzantes igual que la glucosa, lo que provoca que se acumule la grasa.
3- Favorece la diabetes
Esto es porque, aunque no contengan azúcar, los edulcorantes artificiales que contienen disparan los niveles de azúcar en sangre haciendo que esta enfermedad pueda aparecer.
4- Tienen sustancias adictivas
Como mencionábamos en el primer punto, estos refrescos puede que no tengan azúcar pero están compuestos de otras sustancias que nos hacen adictos a ellos, como es el caso de la teobromina. Esto va a provocar que cada vez quieras tomar más refrescos y que realmente te sea muy difícil dejarlos.
5- Desgastan tu sonrisa
Sean refrescos light o no, estos van a provocar que tu sonrisa se deteriore con el paso del tiempo pues suelen tener ácido cítrico u ortofosfórico que provocan un desgaste en el esmalte de los dientes y favorecen la acumulación de las bacterias que forman las caries.
Para sustituir estos refrescos, que ya has podido comprobar que perjudican gravemente la salud, puedes beber zumos naturales, smoothies caseros, infusiones o agua de sabores, que son opciones bastante más sanas.
