Por norma general, si se rope el tacón de nuestras sandalias, la suela se desgasta demasiado o bien simplemente los zapatos que hemos comprado son incómodos, solemos deshacernos de ellos.
Sin embargo, en este artículo hemos hecho un resumen de los mejores consejos para arreglar los zapatos. Encontrarás tanto trucos gratuitos para hacer en casa como soluciones profesionales.
Los mejores trucos para reparar los zapatos
1- Arañazos
En estos casos, lo primero que debes hacer es asegurarte de que el supuesto arañazo no sea tan solo una mancha que puedas eliminar fácilmente. Si ya lo has comprobado y sabes que es un arañazo real, puedes poner en práctica estos trucos:
- Frota suavemente una goma de borrar sobre la raspadura hasta que desaparezca del zapato.
- Para zapatos de cuero, usa betún para cubrir el arañazo.
- Si son zapatos realmente caros, no los lleves al zapatero, acude directamente a la tienda donde los hayas comprado.
2- Tacones gastados
Las aceras de la ciudad son criminales para los tacones. Si ves que se te están desgastando demasiado prueba estos trucos:
- Ve variando de zapatos, no utilices el mismo par todos los días, así te durarán todos más tiempo.
- Pídele al zapatero que coloque unos taquitos de silicona en los tacones para que se desgasten menos y además eviten que te resbales.
3- Suelas lisas y resbaladizas
Si la suela de tus zapatos está muy desgastada y se ha quedado lisa, probablemente te resbales continuamente. Para solucionar esto:
- Frota las suelas de tus zapatos contra una superficie áspera como papel de lija, un trozo irregular de acera e incluso con piedras para que resbalen menos.
- Rocía laca para el cabello en la suela de los zapatos y déjela secar. Esto hará que se adhiera mejor al suelo y no corras el riesgo de caerte.
- Si son zapatos caros, llévalos al zapatero para que coloque una suela de goma antideslizante y resistente al agua. Te costará unos 20€, pero es mejor que tener que comprar unos nuevos.
4- Te quedan demasiado apretados o incómodos
Siempre es mejor prevenir que curar, por lo tanto, trata de asegurarte de que los zapatos que compres sean cómodos. Si te has dado cuenta de que te molestan demasiado tarde:
- Llévalos al zapatero para que los meta en la horma y se adapten mejor a tu pie.
- Si el problema está en que te resultan incómodos, puedes colocarle unas plantillas.