Un gesto tan simple como lavarse las manos puede salvarte de millones de bacterias; una acción muy saludable que previene muchas infecciones. Frotar tus manos con agua y jabón puede eliminar hasta el 80% de la suciedad que adquieren al hacer cualquier cosa: tocar el móvil, meter la mano en el bolsillo e incluso probarte la ropa de una tienda.
Lávate las manos de forma frecuente
Disminuye las posibilidades de enfermedades
Este sencillo gesto que parece que no provoca nada en tu cuerpo, puede disminuir en un 50% las posibilidades de problemas intestinales y un 25% los respiratorios. La conjuntivitis o la diarrea son los problemas más comunes que conseguirás evitar si te lavas las manos.
Nuestras manos son el principal instrumento con el que tocamos las cosas, así que son las que más riesgo tienen de estar repleta de bacterias. Más de 26 mil puede tener un billete, y es algo que tenemos a diario a nuestro alcance.
El cómo es fundamental
Es muy importante, por tanto, que las manos estén limpias, pero de nada sirve que te las laves muy frecuentemente si no sabes cómo hacerlo de forma correcta. No es tanto el cuántas veces sino el cómo lo haces cada vez, eso es fundamental.
Para desinfectar bien tus manos necesitas las tres cosas básicas: agua, jabón y una toalla. Debes mojar las manos antes de agregar el jabón y una vez aplicado, frótalas hasta hacer espuma. Cuando hayas acabado, acláralas y sécalas con una toalla o papel.
Nada de secadores de manos
Evita a toda costa los secadores de manos, el aire caliente favorece que las bacterias vuelvan a aparecer y se queden en tus manos. Es imprescindible que conozcas los momentos donde es casi obligatorio tener las manos limpias.
Lavar siempre después de tocar alimentos y antes de las heridas
Antes y después de tocar los alimentos, antes de curar una herida o después de toser o estornudar, son algunos casos en los que es muy importante que sigas los consejos y que te laves muy bien las manos y las muñecas.
