Seamos realistas, a la mayoría de las personas les cuesta mucho trabajo practicar ejercicio de forma regular. Pero incluso aquellos que lo hacen, dejan de practicarlo en algún momento de sus vidas, ya sea porque cambian las circunstancias, porque se lesionan o porque se vuelven tan perezosos como el resto del mundo.
Todos tenemos claro que cuando dejamos el deporte a un lado, nuestro cuerpo se resiente rápidamente. Pero, ¿sabías que tu cerebro también lo hace?
¿Cómo cambia tu cerebro cuando dejas de hacer ejercicio?
Se ha comprobado que el ejercicio libera endorfinas, unos neurotransmisores que generan sensación de bienestar. Sentirse bien psicológicamente evita el riesgo de depresión, además de reforzar la autoestima.
Si bien es cierto que el impacto de estas consecuencias varía en función de la edad, el sexo, el tipo y la frecuencia del ejercicio, abandonar el deporte nunca es una buena idea.
Un nuevo estudio de la revista Frontiers in Aging Neuroscience ha encontrado que incluso un corto descanso, de unos 10 días en tu entrenamiento, puede causar grandes cambios en el cerebro.
Tu estado de ánimo puede venirse abajo
Un estudio llevado a cabo por el Duke University Medical Center de Carolina del Norte, sugiere que el cardio puede puede ser tan eficaz para impulsar el estado de ánimo como los antidepresivos.
Y es que además de las endorfinas que ya hemos comentado antes, cuando haces ejercicio, tu cuerpo produce otras sustancias químicas que inducen a la felicidad, como la serotonina, la dopamina, la norepinefrina o los endocannabinoides. Por lo que cuando dejas tu rutina, pierdes la afluencia de estos refuerzos del ánimo.
En tan solo dos semanas de descanso, pueden aumentar los niveles de depresión y subir la tensión y la ira.
Tu memoria puede resentirse
Según una investigación realizada por la Universidad de Maryland, el flujo sanguíneo del cerebro de los atletas, especialmente el hipocampo, una estructura involucrada en el aprendizaje y la memoria, disminuye significativamente después de un descanso de ejercicios de 10 días.
Un menor flujo sanguíneo en el hipocampo puede estar relacionado con un deterioro cognitivo leve e incluso, con el Alzheimer. Además, puede dificultar el aprendizaje o el desarrollo de nuevos recuerdos.
Cuando no haces ejercicio, tu cuerpo también produce menos cantidad de un tipo de proteína llamada catepsina B, relacionada con la mejora de la memoria.
Envejecimiento
El ejercicio fortalece todas las partes del tejido cerebral, incluyendo la materia gris. Esto hace que el cerebro sea más resistente al estrés y al envejecimiento.
Así que si dejas de lado tus entrenamientos, podrías empezar a desarrollar problemas de procesamiento de información y pensamiento crítico.
Problemas de concentración
Una revisión de la investigación del Departamento de Neuropsicología Clínica de la Universidad de Ámsterdam, publicada en el British Medical Journal, concluye que incluso las ráfagas cortas de ejercicio (de entre 10 y 40 minutos) conducen a un impulso inmediato en la concentración.
El impulso se debe, por lo menos en parte, al aumento del flujo sanguíneo en el cerebro. Aunque también puede relacionarse con los niveles más altos de la sustancias químicas que hemos comentado previamente, que mantienen el cerebro en alerta máxima.
Ahora ya sabes que además del aumento de grasa corporal, la disminución de los niveles de resistencia o la mayor sensibilidad a la insulina de tu cuerpo, la falta de ejercicio también es un agente que afecta rápidamente a tu cerebro.
¿Haces ejercicio habitualmente? ¿Lo has dejado durante un largo periodo de tiempo? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios! ¡Comparte cómo afecta la falta de ejercicio a tu cerebro con tus amigos! Imagen de portada: Beatriz Gascon J / Shutterstock Fuente: health / mensjournal / menshealth / sciencealert / lavanguardia