3 Cosas que ocurren en los cementerios cuando se llenan y no cabe ni un alma más

3 Cosas que ocurren en los cementerios cuando se llenan y no cabe ni un alma más

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Antes de la llegada del cristianismo, aquellos lugares destinados para dar sepultura a los fallecidos eran conocidos como ‘Necrópolis’, término que proviene del griego ‘nekrópolis’  y significa literalmente ‘ciudad de los muertos’ (necro: muerte, polis: ciudad).

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Ante la creencia cristiana de que la muerte solo es un tránsito y, por tanto, al fallecer lo que se hacía era ‘dormir’ para posteriormente ‘resucitar’, se sustituyó el termino necrópolis por el de cementerio en la mayoría de culturas.

Independiente de como lo queramos llamar, al fin y al cabo se trata de una instalación que cumple una función con fecha de caducidad. A medida que pasan los años, resulta inevitable que los cementerios se vayan quedando sin espacio.

¿Qué ocurre cuando en los cementerios ya no cabe ni un alma?

Sonia Vargas / Shutterstock

Bueno, ante esta situación, existen tres posibilidades, normalmente dependiendo de la zona donde se ubique el camposanto. Una de las posibles soluciones es ampliar el cementerio, opción bastante común en las zonas rurales.

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Otra posibilidad es la de construir más alturas de nichos, siendo esta opción la más común dentro de las ciudades más pobladas. Por último, en núcleos urbanos también es normal construir un cementerio nuevo.

Cada vez se llenan menos

Anake Seenadee / Shutterstock

Tal y como informa la Empresa Municipal de Madrid encargada de gestionar los cementerios municipales, cada vez resulta más extraño que un cementerio se llene a causa de las incineraciones.

Según datos de Panasef, la principal patronal de las funerarias, en 2015 el 35% de los fallecidos en España fueron incinerados. "De esa cifra, solo el 30% de los familiares deja la urna con las cenizas en el cementerio, que ocupa muy poco espacio. El resto se llevan las cenizas a casa o las esparcen en algún lugar simbólico".

El aumento de esta novedosa tendencia casi descarta la posibilidad de que los camposantos se colapsen. "Durante los años 80, algunos cementerios se llenaron y tuvieron que crecer, pero eso ya no pasa".

Vamos a ver, ¿si no deja de fallecer gente, cómo no se van a llenar?

newphotoservice / Shutterstock
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Lo cierto es que, contrariamente a lo que podríamos pensar, no se ocupa un nicho por cada persona que fallece. Conforme van pasando los años, los restos de las personas van ocupando menos espacios. De esta manera, es muy normal que en un nicho no esté solo una persona. "Se suele realizar una reducción de restos, que consiste en depositar esos restos en una urna que se coloca al fondo del nicho".

Por supuesto, antes de llevar a cabo tales reducciones se debe consultar a la familia. De igual forma, también se habla con ella cuando la concesión de las unidades de enterramiento llegan a su fin.

Para entonces, puede que la familia se haya extinguido, que no deseen renovar el alquiler, o que simplemente no tengan interés en recuperar los restos. En estos casos, los restos son depositados en el osario común.

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Fuente: El pais
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