De la campana que se encontraba frente a la estatua de Francisco de Asís, colgaba inerte el cuerpo de Fernando Saldaña Galván para jamás abandonar el hotel que construyó, aun después de su muerte. Hoy su espíritu guarda el edificio de quienquiera que intente atravesar las gastadas e imponentes puertas de "La Posada del Sol".
Ya sea leyenda o verdad, la historia que rodea al hotel abandonado en el número 139 de la calle Niños Héroes, es alucinante. El colosal proyecto que este excéntrico arquitecto jamás terminó, guarda múltiples secretos sobre fantasmas, crímenes y suicidios todavía por resolver.
Hasta ahora, los rumores sobre el fantasma de Saldaña o el de la niña de la habitación 103, han mantenido a muchos lejos del edificio.
¿Serías capaz de adentrarte entre sus muros?
Este hotel abandonado está situado en la famosa Colonia de los Doctores (México) y, según lo que cuentan los rumores, además de ser un lugar colosal y abrumador, también es una edificación realmente siniestra.
Algunas de las historias que se cuentan al respecto mencionan a Fernando Saldaña Galván, su propietario y también su arquitecto. Al parecer, Fernando terminaría ahorcándose después de asesinar a sus hijos y a su esposa; quienes habían quedado en bancarrota debido a las deudas que el arquitecto acumuló al construir el edificio.
Si miras el edificio desde la calle, veras una fachada totalmente normal que ha caído en notable abandono. Su ubicación tampoco es nada especial, junto al hotel podemos ver multitud de puestos de comida y calles llenas de gente. Lo que a priori puede reducir la atmósfera macabra que rodea y define a este lugar.
Sin embargo, una vez que atraviesas el umbral de la entrada, sentirás como un enorme escalofrío recorre toda tu espalda. En ese momento estarás situado frente a toda una obra de arte, una pieza de arquitectura que es tan fantástica como perturbadora.
A pesar de tratarse de un inmueble inhabitado durante años, los vecinos aseguran que durante las madrugadas se escuchan gritos estremecedores que salen de ahí.
Esta increíble y enorme obra de arte nació de la imaginación de su propietario, Fernando Saldaña Galván. En un primer momento fue pensado como una residencia y hotel para artistas e intelectuales de la época, pues el ingeniero español encargado de su diseño era un amante del arte.
Es un lugar que combina iconos de la mitología griega con personajes de la Revolución Mexicana, creando un collage de diferentes ideologías que puede sorprender a cualquiera.
Tal y como mencionó un conocido arquitecto dijo: "Es una obra de arte que no tiene sentido, tal vez llegando al punto de la esquizofrenia, sin embargo, eso no hace que carezca de genialidad".
Desafortunadamente, "La Posada del Sol" así se llamó el hotel, se mantuvo abierta al público solo durante 8 meses.
Existen dos teorías principales que explican por qué La Posada del Sol tuvo una vida tan corta.
La primera versión afirma que surgieron problemas debido a las deudas generadas para poder terminar esta obra de arte. Esas deudas eran tan importantes que incluso el arquitecto, que era el regente de la ciudad en ese momento, no podía hacerles frente. Y en su desesperación, decidió redirigir los fondos públicos a su monumento con la esperanza de que el gobierno no se diera cuenta.
La segunda teoría tiene mucho que ver con las guerras políticas entre los predecesores de Saldaña, quienes hicieron todo lo posible por destruir a su oponente. Y la última teoría dice que tiene mucho que ver con la masonería.
Aquellos que están de acuerdo con esta versión tienden a enfatizar en la simbología que está escondida dentro del edificio (repeticiones del número 33, pentagramas, vírgenes embarazadas y un alfabeto críptico que hace alusión al esoterismo).
Pero ahí no acaba nuestra historia, pues sus instalaciones fueron utilizadas para otros fines.
Al parecer, el lugar también fue sede del Instituto Nacional de Desarrollo Comunitario y Vivienda Rural (IDECO), del Instituto Nacional Indígena (INII), de la Fiscalía del Estado de D.F. (PGJDF) y del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Una de las leyendas comenta que en los años 60, cuando ese edificio albergaba las oficinas del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad y la Vivienda Rural, una niña pequeña se perdió de la guardería destinada a los empleados.
Tras muchos esfuerzos infructuosos por encontrar a la pequeña, su cadáver fue hallado en uno de los sótanos ocultos del edificio.
A partir de ese momento, el espíritu de la niña comenzó a deambular por el edificio para sorprender a los pocos visitantes que se atreven a entrar al lugar. Al parecer, la pequeña les pide que cuiden su memoria, visitando el altar que se construyó en el lugar donde apareció muerta.
La habitación en la que se encuentra el altar tiene una pequeña puerta que obliga a entrar agachado. En sus paredes puedes ver diferentes dibujos, caricaturas, garabatos, oraciones con errores, etc.
En la parte posterior de la sala, se encuentra el altar. En él se muestra el vestido que llevaba la niña colgando sobre una mesa con todo tipo de regalos. También se pueden ver muchos dulces, juguetes, fotografías gastadas, flores y velas.
Existe otro altar en otra habitación que se encuentra bloqueada desde el interior por una enorme pila de escombros. En ese lugar se pueden encontrar multitud de cabezas de viejas muñecas.
En la parte posterior de la pared que separa esta segunda habitación del altar de la niña existe un pequeño nicho y una cruz de madera que decora la tumba.
La capilla es el único lugar de La Posada de Sol que no parece estar abandonado. Sin embargo, es tan espeluznante como los túneles.
La estancia cuenta con dos pisos y una geometría redondeada. Además, contiene una cúpula decorada con frescos y ventanas ovales de mármol translúcido.
El altar está hecho de mármol, creando un enorme monumento de piedra de una sola pieza con una cruz oscura.
También podemos encontrar obre el suelo de la basílica el dibujo se un gran pentagrama: una estrella de cinco puntas que se extiende sobre toda la superficie, ejecutada del mismo tipo de mármol que las ventanas.
Bajo la estrella y detrás del altar se encuentra oculto un complejo sistema de tuberías, lo que sugeriría que en el pasado podría haberse iluminado desde abajo, o que podrían haberse llevado a cabo rituales sangrientos y las tuberías hubiesen servido para limpiar el suelo.
Doce estatuas de búhos con ojos hechos con gemas preciosas vigilan desde las alturas la estancia decorada con signos del zodíaco. En el segundo piso existe una puerta (actualmente tapiada) que conduce directamente a las habitaciones principales del hotel. Posiblemente el lugar donde vivió el Sr. Saldaña.
Según cuentan los historias, el edificio esconde huesos y cráneos humanos de 40 personas diferentes que fueron encontrados entre las paredes dobles de los túneles.
Hay personas que creen que se realizaron sacrificios humanos rituales en La Posada del Sol. Sin embargo, también podría ser una prueba de algo mucho más oscuro: ejecuciones durante las manifestaciones estudiantiles de los años 70.
Es obvio que no hay pruebas contundentes sobre esta última teoría, pero es muy probable que Negro Durazo (jefe de policía en 1976-1982, conocido por múltiples cargos de corrupción, extorsión, contrabando, etc.) y su gente utilizaran esos túneles para encerrar y torturar a muchos jóvenes que han desaparecido durante ese oscuro capítulo de la historia mexicana.
El hecho de que el edificio esté situado cerca de las instalaciones judiciales en el centro geográfico de la ciudad y que, una vez dentro, es imposible ser rastreado o detectado desde el exterior, convierte a este lugar en una prisión perfecta.
El futuro de La Posada del Sol no es seguro. Ha sido abandonada y algunos de los edificios que lo componían fueron demolidos. Sin embargo, hay quienes afirman que este lugar será renovado y que se implantará allí un nuevo centro de arte.
Cualquiera que sea la teoría correcta, probablemente seguiremos recibiendo más y más historias de las personas que trabajan allí, o al menos de los visitantes.
Es un lugar con una historia muy oscura y misteriosa y no hay forma de que vayamos allí solos. ¿Eres lo suficientemente valiente como para visitar los lugares más recónditos de este edificio?