¡Nadie piensa en nosotros! Sí, me refiero a las personas que como yo tenemos una cara tan expresiva que no hace falta que abramos la boca para que los demás sepan qué se nos pasa por la cabeza. Solo nosotros sabemos la una auténtica pesadilla que supone tener que controlar las expresiones inconscientes de nuestro rostro.
Es imposible poder ocultar nuestro estado de ánimo o nuestros sentimientos al resto de las personas. Parecemos estar constantemente sorprendidos o increíblemente concentrados. Se trata de toda una lucha en silencio. Si tienes este mismo problema seguro que lo que verás más a bajo te resulta familiar. Descubre algunas cosas que solo comprenderás si tienes una cara muy expresiva.
1- Tus cejas tienen vida propia.
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A la mínima salen disparadas hacia arriba y hacen que parezcas que acabas de ser sorprendido.
2- Te llevaste una gran alegría cuando se empezaron a llevar las cejas anchas.
Por fin te sientes integrado entre todos los demás y no te importa que se fijen en tus cejas.
3- Muy a menudo no eres consciente de lo que tu cara está diciendo a los demás.
Por eso, las personas de tu alrededor de repente te preguntan si estás molesto, confundido o sorprendido cuando te encuentras en silencio sin estar haciendo, aparentemente, nada extraño .
4- Te preocupa bastante que tu expresividad facial termine generando más arrugas de la cuenta.
Estar todo el día moviendo los músculos de la cara y frunciendo el ceño definitivamente no puede ser bueno.
5- Cuando posas para las fotos no sales realmente tal y como eres.
Debido a que una sonrisa neutra no es exactamente tu expresión normal, nadie relaciona la pose de la foto con la imagen que muestras a diario.
6- Por otra parte, las fotos inesperadas suelen ser geniales.
Por lo general, cualquier fotografía espontánea garantizará la risa de los que te rodean.
7- No eres la persona más apropiada para guardar secretos.
Si algo emocionante está ocurriendo, eres incapaz de aguantarte la sonrisa. Si hay malas noticias, tu rostro gritará que no pasas un buen momento.
8- La gente piensa que te emocionas en exceso.
En realidad, es solo la expresión de tu cara. Puede que estés totalmente tranquilo pero por alguna extraña razón tus cejas deciden mostrar sorpresa o enfado.
9- Tu cara sabe como te sientes antes de que tú mismo te des cuenta.
-"Pareces molesto".
-"¿Sí? Quizás si que lo esté".
10- A menudo pones caras hacia una cámara imaginaria.
Necesitas que tu cara reaccione y se exprese aunque no haya nadie junto a ti con quién compartir el momento.
11- Tu excesiva expresividad te ha metido en algún problema.
Alguna vez te preguntaron: "¿Seguro que lo entendiste?" Ya que sin querer pones cara de no entender nada de lo que te están diciendo.
12- Estás familiarizado con ser objeto de burla en las conversaciones grupales.
Tus amigos se detienen en medio de cualquier conversación para reírse de la extraña expresión que tienes en ese momento.
13- Tienes reputación por tener unas reacciones hilarantes.
Estás harto de que te digan, "¡Tu cara es súper graciosa!" Aunque parezca un cumplido, no es algo demasiado agradable de escuchar.
14- Los demás tienden a pensar que eres demasiado crítico.
Cualquier gesto, por mínimo que sea, hará que parezca que juzgas de manera positiva o negativa cualquier cosa que veas. Es imposible demostrar tu verdadera actitud de indiferencia.
15- Abrir regalos es una auténtica pesadilla.
Todos tus amigos cercanos y familiares conocen tu famosa expresión de felicidad extrema, por lo que se sienten decepcionados al ver que no saltas de alegría cuando te regalan un nuevo par de calcetines por tu cumpleaños.
16- Verte leer un libro es todo un entretenimiento en sí mismo.
Todo el mundo que te acompaña en el tren sabrá cuándo hay un giro en la trama de la novela por las expresiones de tu cara.
17- De la misma forma, es igual de entretenido verte a ti o ver la película que estás viendo.
Expresiones de todo tipo se suceden en tu cara, eres capaz de pasar del llanto a la carcajada mientras ves una película.
18- Todos te dicen constantemente que no te preocupes.
Lo que para ti es una ligera muestra de preocupación en tu frente, para los demás significa que estás horrorizado o al borde de un ataque al corazón.
19- Te dicen a menudo que pareces estar en estado de shock.
Puede que sea porque te sorprendes con facilidad o porque tu cara parezca gritar "¡¿Pero qué ocurre aquí?!" cada pocos minutos. Seguramente sea una mezcla de las dos.
20- "¿¡¿Qué ocurre?!" suele ser otra de las preguntas que te acompañan allí donde vayas.
Tu capacidad de intensificar las expresiones hace que el simple hecho de darte cuenta de que no compraste leche parezca toda una desgracia a ojos de los demás.
21- Darte cuenta de algo en público puede hacer que parezcas un poco loco.
Estás tranquilamente hablando con alguien y de repente recuerdas algo importante que tienes que hacer al día siguiente. Es inevitable que la gente piense que eres un poco inestable al ver tu cara de shock acompañada de tu famosa mirada perdida.
22- La palabra inexpresividad no aparece en tu vocabulario.
No existe una cara de reposo. En tu rostro se puede ver un ciclo constante entre perplejidad, disgusto, enfado y alegría.
23- Al final del día tu cara se siente agotada.
Es normal después de tanto trabajo para tus músculos faciales. Convence a alguien para que te de un masaje facial, ¡te lo has ganado!