Si eres un viajero habitual, ya sea por motivos de trabajo o con fines de entretenimiento con amigos y familia, probablemente ya conozcas algunos de estos consejos.
Sin embargo hay ciertas cosas que puede que no sepas. Los as¡stentes de vuelo han visto de todo a bordo, y por ello nos dan estas recomendaciones.
15 Cosas que nunca deberías hacer en un avión No andar descalzo
Nunca camines descalzo por el avión. El suelo está lleno de gérmenes, y además en la zona de la cocina o del baño puede haber cristales o restos de algo roto.
Olvidar lavarte las manos
Aunque puede parecer obvio, es muy importante que te acuerdes de lavarte las manos. De esta forma eliminarás los gérmenes, evitarás enfermar y evitarás la propagación de gérmenes a los de tu alrededor.
Dormir durante el despegue o el aterrizaje
Cuando el avión está subiendo o bajando, la presión del aire a tu alrededor cambia más rápido que el aire dentro de tus oídos. Para igualar la presión lo mejor que puedes hacer es masticar chicle, inhalar y exhalar suavemente mientras mantienes la boca y la nariz cerrada, chupar un caramelo o bostezar.
En conclusión, que es mejor que estés despierto. Dormirte accidentalmente durante el cambio de presión hará que esta situación se vuelva más incómoda, pudiéndote provocar mareos, infección de oído, pérdida auditiva leve, daño en el tímpano o incluso hemorragia nasal.
Tomar hielo con la bebida
Un estudio de la EPA de 2004 descubrió que de los 327 suministros de agua de las aeronaves, solo el 15% aprobó lo estándares de salud.
Desde la creación en 2009 de la Ley de Reglamentación sobre el Consumo de Aeronaves de la EPA, los estándares han aumentado y la mayoría de los aviones no sirven agua potable del grifo, pero los cubitos de hielo a menudo siguen estando hechos del mismo agua.
No usar desinfectante
No hay duda que con tantas personas metidas en un espacio tan reducido, estás expuesto a innumerables virus y bacterias.
Además, estos virus y bacterias pueden permanecer hasta 18 horas o más en las superficies de nuestro alrededor, como los asientos, reposacabezas, las mesas, los bolsillos de los respaldos, los apoyabrazos,... Así que si no puedes lavarte las manos cada vez que tocas algo, desinféctatelas.
Estar sentado durante todo el vuelo
La baja presión de aire en la cabina puede disminuir la velocidad de la circulación y provocar la formación de coágulos sanguíneos, especialmente en las piernas.
Para reducir el riesgo, levántate y muévete tan a menudo como te sea posible. Independientemente de dónde estés sentado, puedes protegerte realizando estos ejercicios de vez en cuando: levantar los talones mientras los dedos de los pies están en el suelo, levantar los dedos de los pies mientras tus talones están en el suelo, y apretar y soltar los músculos de las piernas.
Usar lentillas
Si puedes, intenta llevar gafas durante el vuelo. El aire en la cabina es muy seco y las lentillas te pueden causar irritación en los ojos.
Además, si sueles dormirte en los aviones, usar las lentillas mientras duermes puede irritar los ojos.
No hidratarse
Aunque muchas personas tratan de limitar la cantidad de agua que beben durante el vuelo para evitar ir al baño, lo cierto es que es importante mantenerse hidratado durante el viaje.
La deshidratación nos hace más propensos a contraer enfermedades. Beber mucha agua ayuda a reforzar el sistema inmunológico y disminuye los efectos deshidratantes del transporte aéreo, que pueden causar dolores de cabeza, calambres, cansancio y problemas estomacales.
Beber café o té
Los cafés y los tés están hechos con agua del grifo que podrían contener coliformes, bacterias que se encuentran en el 12% de los aviones comerciales.
Pero debido a que la coliforme proviene de las heces, donde también acechan las bacterias dañinas, es más probable que el agua que la contenga albergue sustancias más aterradoras como la E. coli, que realmente puede dañar tu sistema digestivo.
Apagar la ventilación
Si notas que hace frío, es más inteligente ponerte una sudadera que apagar la ventilación. Los médicos recomiendan que ajustes al aire en el nivel medio o alto para que cualquier germen pueda volar antes de entrar en tu zona personal.
Beber bebidas carbonatadas
Los cambios de presión del aire pueden hacer que el gas en el cuerpo se expanda hasta en un 25%. Debido a que las bebidas con burbujas hacen lo mismo, pueden provocar efectos incómodos. Espera hasta aterrizar.
Usar las mantas
Las mantas y las almohadas que te ofrecen en los asientos de los vuelos, por lo general, no se lavan adecuadamente hasta que termina el día.
Este tipo de artículos son ideales para que los gérmenes y los piojos acampen y se propaguen de unos a otros.
Beber demasiado alcohol
Es cierto que una copa de vino puede aliviar el estrés del viaje, pero el alcohol es extremadamente deshidratante. Además, el aire de los aviones hace que los efectos del alcohol sean más rápidos y duros. Sin mencionar que el consumo excesivo de alcohol disminuye el sistema inmunológico en general.
Dormirte contra la ventana
¿Quién sabe quién más ha respirado, estornudado o tosido contra ese cristal? Así que mejor no apoyes la cara en ella, si no quieres llegar enfermo a tu destino.
Usar pantalones cortos
Al igual que otras partes del avión, los asientos no se limpian entre los vuelos y podrían ser lugares donde se esconden los gérmenes.
¿Habías pensado alguna vez en estas cosas mientras volabas? ¿Lo haces normalmente? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte estos consejos con tus amigos! Imagen de portada: Rolloid Fuente: rd / msn / thelist / cosmopolitan