Todos usamos internet para consultar lo que queremos saber o para descubrir curiosidades que siempre nos han llamado la atención. Una de las preguntas más realizadas suele ir dirigida a los ginecólogos y casi siempre es la misma: "¿Qué es lo más asqueroso que has visto?"
Puede parecer una pregunta un poco grotesca, pero lo cierto es que el morbo de saber la respuesta genera miles de búsquedas al día. Hoy te contamos las historias más desagradables y curiosas que los ginecólogos han vivido.
¿Te atreves a leer estas confesiones de ginecólogos?
1- Encontrarte a tus pacientes en la calle
Una de las situaciones más incómodas que le ocurren a los ginecólogos es encontrarse con sus pacientes fuera de la consulta. Es embarazoso, pero lo es aún más cuando van acompañadas de sus parejas.
2- Verrugas
La confesión de este ginecólogo nos puso los pelos de punta al descubrir que tuvo una paciente cuya zona genital estaba plagada de verrugas del tamaño de ramos de coliflor. Según el médico, habían reemplazado por completo toda la vagina inferior.
3- Procedimientos extraños
Los embarazos, al igual que lo partos, son complicados y por ello, en ciertas ocasiones es necesario realizar una "salpingostomía laparoscópica". Este procedimiento no es invasivo pero a veces se puede complicar y provocar sangrado y una situación nada agradable.
4- Tampón invasor
Al parecer, un tampón que se queda atascado en el interior de la mujer provoca uno de los peores olores a los que un médico puede enfrentarse.
5- La cruda realidad
Aunque tengamos en nuestras cabezas la imagen que nos muestran las películas de que los partes son sencillos y no hay problemas, lo cierto es que los hay. Cualquier ginecólogo podrá confirmar que han terminado más de un parto cubiertos de sangre, excrementos y fluidos ajenos.
6- Tumor en los ovarios
Un ginecólogo confesó encontrarse una paciente que tenía un tumor que secretaba testosterona y había provocado que su clítoris creciera hasta un tamaño descomunal.
7- Ventajas y desventajas
Hay días normales en los que los ginecólogos hacen trabajos rutinarios y consultas, pero otros días marcan la diferencia salvando vidas de bebés y de madres. No hay que olvidar lo importante que son en nuestra vida.
8- Síndrome de excitación persistente
Una chica fue a hablar con su ginecólogo porque decía tener orgasmos constantemente, hasta el punto de que no podía hacer vida normal. Al parecer, esto está provocado por el síndrome de excitación persistente y que sólo ciertos especialistas son capaces de tratar.
9- Bola ocho
Un grupo de cirujanos tuvieron que hacer una intervención de urgencia para sacar una bola de billar (la nº 8) del interior de la vagina de una chica. ¿Cómo llegó ahí? Mejor no preguntar.
10- Imperdible oxidado
Hemos comentado que una paciente se olvidó un tampón en su vagina, pero esa historia fue superada por el médico que se encontró un imperdible en una niña de 4 años. Por su estado de oxidación, pudo afirmar que llevaba ahí por lo menos un año.
11- VPH
Las estadísticas son claras, el 80% de las mujeres ha sido o será infectada por el VPH en algún momento de su vida.
12- Lágrimas durante el parto
Es común que las mujeres lloren durante los partos, ya que puede ser un proceso doloroso y complicado. Uno de los principales motivos es que se produzcan desgarros mientras el niño intenta salir. Los ginecólogos aseguran que la existencia de desgarros o no dependen de factores como el tamaño del bebé o la elasticidad natural de la madre.
13- Tumores con pelo
Una ginecólogo explicó que lo más raro que se ha encontrado en su consulta es un grupo de tumores dermoides en cuyo interior se encontraban cabellos y gelatina. Al parecer, eran niños que habían muerto dentro del útero de la madre a las 15 semanas de vida.
14- Reparación de cistocele
En la antigüedad, existía una práctica bárbara que, básicamente, era una circuncisión femenina. Esto hace que las mujeres no puedan tener orgasmos a no ser que se repare su cistocele.
Algunos ginecólogos aseguran que han tenido pacientes en la consulta que querían una reparación de esta parte de su cuerpo porque aseguraban ser incapaces de llegar al orgasmo.