1- Nunca te sentirás solo
Los gatos suelen estar en la misma habitación en la que esté su dueño y si te mueves te seguirá a donde vayas; pero no intentes seguirle a él si ha decidido marcharse porque no le gustará.
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Si tu gato ha decidido que es hora de levantarse vas a terminar dejando la cama porque pueden llegar a ser muy insistentes... Incluso si son las 5 de la madrugada.
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Si limpias su caja donde hace las necesidades, ten por seguro que la utilizará inmediatamente aunque no tuviera pensado hacerlo antes.
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Incluso si estás en el cuarto de baño, tu gato querrá saber que haces por lo que si dejas la puerta abierta te ahorrarás los maullidos y arañados cuando la cierras.
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Si apagas las luces a la hora de dormir es probable que tu gato decida que es hora de jugar. Nunca podrás dormir a la hora que tú quieras.
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Acaríciame cuando yo quiera o no te acerques a mí.
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Si tienes gato será habitual que tu ropa tenga más de un pelo de gato pegada.
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Si en tu casa hay perros y gatos ten por seguro que el primero que tiene que comer es tu gato. Además terminarán dominando a tu perro independientemente del tamaño de éste.
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Da igual cuantas camas le compres a tu gato, terminará durmiendo dónde él quiera.
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Ten cuidado porque quitar los ojos de tu comida por un segundo puede significar la oportunidad perfecta para tu gato.
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Tu cesta de ropa sucia será el sitio perfecto para dormir cuando tu gato quiere esconderse, menos mal que de ahí va a la lavadora.
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Es altamente probable que el juguete que un día le encanta al día siguiente sea indiferente para él.
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Porque hay una alta probabilidad de que tu gato haya decidido dormir a tu lado.
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Fuente Little Things
