Prácticamente a todas las personas nos encanta viajar, aunque no a todos nos gusta hacerlo en coche. Para muchas personas, subirse en un coche y transitar por carreteras sinuosas puede convertirse en su peor pesadilla.
A este fenómeno se le denomina "cinetosis", también conocido como "mal de movimiento". La cinetosis es un trastorno que se debe al movimiento y sus síntomas son vómitos, náuseas y falta de equilibrio. ¿Te resultan familiares?
Si eres de los que oyes que la excursión será en autobús y enseguida te echas a temblar, a continuación te mostramos unos cuantos consejos y trucos para evitar mareos a la hora de viajar o, incluso, alguna que otra vomitona en la tapicería de tu precioso coche.
Trucos y consejos para no marearte cuando viajas en coche, autobús, tren o avión: ¿Por qué nos mareamos cuando viajamos?
Entre otras causas, los mareos relacionados con los viajes se deben a que las informaciones que recibe nuestro cerebro no están equilibradas con los responsables del equilibrio, es decir, nuestros oídos.
Dicho de otro modo, nuestro cerebro no se prepara ante una curva o una frenada, sino que le llega la información directamente desde los oídos una vez que todo el cuerpo ya se ha desplazado por la inercia.
Cuando se viaja en coche, en avión, en tren o en barco, esta disparidad en la percepción puede ocasionar náuseas, vómitos, sudores fríos, dolores de cabeza, mareos, aumento de la salivación y fatiga.
De esta forma, mientras más brusca sea la forma de conducir del conductor (dando acelerones, frenazos y volantazos) mayor serán las posibilidades de que acabemos mareados.
¿Qué podemos hacer para contrarrestar la cinetosis? Evita leer, utilizar el móvil o jugar con la videoconsola
Si no prestamos atención a la circulación, nuestro cerebro no es capaz de preveer una frenada o un giro, ni tampoco cuándo las inercias se volverán a estabilizar.
Estos movimientos nos harán forzar la vista para que podamos leer el libro o la pantalla, lo que contribuye a que nos mareemos.
Mira hacia delante
Si miramos hacia delante, tendremos percepción anticipada por nuestra vista de lo que ocurre en ese momento y de lo que va a ocurrir unos segundos después. Es decir, sabremos si nos aproximamos a una curva, si vamos a pasar por un resalto o si el conductor aminorará la velocidad. De este modo nuestro cerebro ya estará preparado para asumir esas inercias.
Si vas en autobús o tren, intenta sentarte en el sentido de circulación
Sentarse de espaldas al sentido de circulación significa que no podremos ver si se acerca una curva o una pendiente, por lo que una vez más, nuestro cerebro no se anticipará a las inercias que vamos a sentir.
A esto hay que sumar que normalmente viajamos sentados en el sentido de la marcha y no estamos acostumbrados a viajar de espaldas. Por eso, siempre que puedas, y más aún si eres propenso a mareos, viaja en el sentido de la marcha.
Activa el aire acondicionado
Los ambientes cargados, además de reducir el confort, también aumentan la sensación de malestar, y por consiguiente, también facilitan que nos mareemos. Es recomendable viajar con el climatizador activado para así refrescar el interior del vehículo y renovar el aire del mismo.
Evitar los puertos de montaña y carreteras sinuosas
Planificar la ruta con antelación nos ayudará a evitar carreteras sinuosas y puertos de montaña innecesarios que solo empeorarán nuestro viaje. Las curvas y las pendientes provocan más movimientos de la carrocería que, por consiguiente, llegan a nuestro organismo y pueden terminar provocando mareos.
En el caso de viajar en avión Elige cuidadosamente el asiento del avión
Es recomendable sentarse en los asientos más cercanos al frente del avión o bien en los que están situados directamente sobre las alas, dado que presentan mayor estabilidad que los que se encuentran hacia el fondo. De este modo puede reducirse el movimiento del cuerpo durante los vuelos.
Focalízate en el horizonte
Si te concentras en un punto fijo en la distancia, ayudarás a que el cerebro estabilice el equilibrio, por lo que lo mejor es asegurarse un asiento al lado de la ventana.
Hidratación y alimentos
Es recomendable que 48 horas antes de tomar el vuelo prestes atención a las comidas y bebidas con el fin de reducir la ingesta de grasas, picantes y platos muy salados y pesados. De igual modo, se deben evitar las bebidas con alcohol y cafeína.
Controla la respiración
Una buena técnica para reducir los síntomas es hacer respiraciones lentas y profundas, pues involucran al sistema nervioso parasimpático, encargado de controlar las funciones y actos involuntarios.
Ser consciente del ritmo de la respiración también resulta de gran utilidad a la hora de controlar la ansiedad y relajarse con mayor facilidad.
Evita la lectura y el uso de dispositivos móviles
Al igual que ocurría en el coche, durante el vuelo no es aconsejable leer ni jugar con videojuegos. Focalizarse en objetos cercanos a la cara proporciona signos confusos de movimiento al cerebro.
Ajusta la ventilación
En la parte superior del asiento se encuentran la perilla para regular la ventilación individual de cada asiento. Es recomendable encenderla de manera que nos apunte hacia la cara: respirar aire fresco ayuda a relajarse y a mantener el cuerpo en una temperatura agradable.
¡Sigue todos estos consejos y evita que un mareo estropee el viaje de tus sueños! ¡Comparte estos trucos contra el mareo con todos tus amigos!