Casi todos hemos escuchado alguna historia sobre viajes en el tiempo a lo largo de nuestra vida, y para qué engañarnos, todas suenan igual de estúpidas e inverosímiles. Pero, ¿eso quiere decir que viajar en el tiempo sea completamente imposible?
Lo cierto es que se trata de una pregunta que deberás responder por ti mismo ya que no se pueden probar de manera concluyente ninguna historia sobre viajes en el tiempo por muy convincentes que puedan sonar.
A continuación te mostramos algunas de las historias más aceptadas sobre verdaderos viajes en el tiempo:
1- Dos profesoras vieron a María Antonieta en Versalles en 1901
Adolf Ulrich Wertmüller/Public Domain/via Wikimedia Commons
En 1901, dos profesoras del St. Hugh's College de Oxford, Inglaterra, fueron a visitar el Palacio de Versalles. Versalles era, por supuesto, el hogar de la realeza francesa hasta que la monarquía fue abolida en 1792. María Antonieta, uno de los últimos miembros de la realeza que vivió allí, fue ejecutada en 1793.
Cuando las profesoras Anne Moberly y Eleanor Jourdain caminaban por los terrenos del palacio en 1901, nunca imaginaban que encontrarían a la mismísima Marie Antonieta sentada sobre un taburete frente al Petit Trianon.
Y sin embargo, allí estaba, sentada y dibujando, completamente ajena al hecho de que dos mujeres la miraban boquiabiertas a ella y a todas las otras personas con vestimentas de la década de 1780 que habían aparecido tan repentinamente como ella.
Antonieta y todos los demás desaparecieron cuando un guía turístico se acercó a Moberly y Jourdain. Juntas, escribieron un libro sobre su experiencia que adquirió notoriedad por lo verídica que parecía.
2- El piloto que vio un avión del futuro
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Air Marshal Sir Robert Victor Goddard fue enviado a inspeccionar un aeródromo abandonado en Edimburgo en 1935. Una vez que regresaba de la misión, las fuertes lluvias y la baja visibilidad le obligaron a dar la vuelta y regresar al aeródromo en ruinas hasta que amainase la tormenta.
Sin embargo, cuando se acercó a la pista de aterrizaje sucedió algo muy extraño. Las nubes se aclararon, el sol brilló intensamente y vio que la tierra antes abandonada ahora estaba llena de mecánicos con trajes azules. Había cuatro aviones amarillos en el asfalto y uno de ellos era de un tipo que nunca antes había visto.
Este tipo era piloto militar, por lo que estaba bastante familiarizado con los diferentes modelos de aviones disponibles hasta el momento. Goddard estaba totalmente confundido. ¿Lo había imaginado? ¿Estaba alucinando? ¿Fue un sueño?
Sin embargo, 4 años más tarde fue enviado de nuevo al aeródromo. Lejos de estar abandonado, ahora estaba en pleno uso y lleno de mecánicos vestidos de azul y aviones amarillos.
Más sorprendente aún fue que, allí, parado en la pista, estaba el avión que no pudo identificar en 1934: un Miles Magister. El Magister se fabricó por primera vez en 1937, tres años después de que Goddard lo viese por primera vez.
3- Periodistas experimentan un bombardeo 11 años antes de que ocurra
Royal Air Force/Public Domain/via Wikimedia Commons
El periodista J. Bernard Hutton y el fotógrafo Joachim Brandt fueron enviados por un periódico alemán para redactar una historia sobre el astillero de Hamburgo en 1932. Fue una visita sin incidentes hasta que las bombas comenzaron a llover.
En cuanto pudieron, escaparon de la zona bombardeada, pero no antes de tomar algunas fotografías. Cuando volvieron al centro de Hamburgo, nadie creía su historia. Revelaron las fotos que tomaron con la intención de demostrar a todos que no estaban locos pero demostraron lo contrario: las fotos no mostraban signos de ningún ataque aéreo.
Once años más tarde, Hutton vivía en Londres cuando abrió un periódico y descubrió una noticia sobre la Operación Gomorra, un ataque aéreo sobre Hamburgo. Las fotos que acompañaban a la noticia parecían ser de la misma zona en la que él estuvo 1932.
4- Los niños verdes de Woolpit
Rod Bacon/via Wikimedia Commons
En el siglo XII, un niño y una niña fueron encontrados completamente solos en Woolpit, Inglaterra. No hablaban inglés (o cualquier otro idioma identificable) y su piel era verde. Sí, verde.
Ambos fueron acogidos por un aldeano local, y aunque el muchacho murió poco después, la niña sobrevivió y finalmente aprendió a hablar inglés. Con el tiempo, la chica pudo explicar que había venido desde un lugar oscuro y subterráneo llamado Tierra de San Martín.
Al parecer, ella y su hermano se encontraban al cargo de las ovejas de su padre cuando decidieron entrar en una cueva desconocida. Después de caminar durante mucho tiempo, emergieron en mitad de Woolpit.
5- Charlotte Warburton viajó en el tiempo sin siquiera darse cuenta
jarmoluk/via Pixabay
En 1968, Charlotte Warburton entró en una cafetería que nunca había visto antes. Al principio no notó nada extraño, pero cuando intentó regresar unos días más tarde, el establecimiento se había desvanecido.
Más tarde, Charlotte se enteró de que, de hecho, efectivamente hubo una cafetería en ese lugar, solo que muchos años atrás.
6- Un policía viaja a los años 50' desde 1996
Rijksdienst voor het Cultureel Erfgoed/via Wikimedia
En 1996, un hombre y su esposa estaban de compras en Londres. Llegado el momento, la mujer decidió entrar en una librería mientras él iba a una tienda de CDs.
Mientras se alejaba de la librería, notó que de repente todo estaba demasiado tranquilo. Luego, una furgoneta que parecía ser de la década de 1950 pasó a su lado. Sin saber muy bien cómo, él se encontraba en mitad de la calle rodeado de personas vestidas con ropa del estilo de los años 50.
Tremendamente confundido, trató de volver a la librería, pero esta ya no estaba allí. En su lugar había una tienda de ropa para mujeres llamada Cripps. Entró en la tienda de ropa y tan pronto como lo hizo, se encontró de nuevo de la librería.
7- Jophar Vorin afirmaba ser de Laxaria
1588877/via Pixabay
Un hombre apareció en 1851 en el distrito alemán de Lebas, en las cercanías de la ciudad de Frankfort-an-der-Order. Allí fue encontrado por las autoridades que, suponiendo que se trataba de un posible criminal, decidieron interrogarlo.
En una lengua semejante al alemán (apenas inteligible para los oficiales) el hombre respondió que se encontraba de viaje en aquellas regiones y que venía de un país llamado Laxaria. A la cara de extrañeza con que le respondieron indicó que se encontraba en la región de Sakria, lo cual sólo generó más cejas levantadas.
Pronto quedó claro que algo raro estaba sucediendo. El hombre decía hablar tres idiomas: laxariano, abramiano y, bueno, alemán, pero una variedad del alemán que parecía más bien un dialecto: no conocía, según afirmó los idiomas que resultaban comunes en aquella época y jamás había oído hablar de Francia o de Turquía.
El hombre continuó su relato por algún tiempo para asombro de los allí presentes, que no podían entender de dónde había salido. Detalló con gran precisión la geografía de su país e incluso refirió y describió extensivamente su religión, a la que llamo Ispatiana.
Joseph Vorin (nombre con el que se identificó cuando fue puesto bajo custodia) afirmó que se encontraba allí buscando a su hermano perdido, pero que un incidente con unos asaltantes lo había dejado desprovisto de bienes en ese territorio.
Según parece, al final fue tal su discurso que terminó por convencer a sus captores y fue dejado en libertad. Nada volvió a saberse del hombre.
8- Cuatro amigos viajaron desde 1979 hasta 1905
Charles Edouard Delort/Public Domain/via Wikimedia Commons
En 1979, Geoff y Pauline Simpson y Len y Cynthia Gisby se encontraban viajando por Francia el día que decidieron buscar un hotel para pasar la noche. La hospedería era un lugar extraño. Las puertas de las habitaciones solo tenían pesados pestillos de metal y carecían de cerrojos. Las ventanas, por su parte, solo tenían gruesas contraventanas de madera a falta de cristales.
Por la mañana, desayunaron en el hotel y se encontraron con dos gendarmes (policías franceses armados) que llevaban uniformes de aspecto bastante antiguo. Toda la experiencia en el hotel fue muy extraña, sobre todo porque su estancia les costó únicamente 19 francos (siendo 200 lo normal).
Aun así, retomaron felizmente su camino y no le dieron más vueltas. Durante su viaje de regreso, intentaron detenerse y hospedarse nuevamente en el hotel, sin embargo, el edificio había desaparecido sin dejar rastro.
Más tarde, cuando compartieron su historia, descubrieron que los uniformes que llevaban los gendarmes eran los que utilizaba la policía en 1905.
