Los riesgos de adentrarse en las profundidades de la Tierra son increíbles. A medida que uno avanza por vías estrechas o se sumerge en aguas subterráneas empiezas a poner en riesgo s vida.
No todo son inconvenientes, en ocasiones son recompensados con unas increíbles vistas que pocos tienen el placer de contemplar. Sin embargo, cuando algo va mal, los castigos son severos. Muchos son los que se han perdido o han quedado atrapados en confines perdidos de la Tierra, espacios oscuros, claustrofóbicos, viviendo historias de terror que superan cualquier película de este género.
No te gustaría estar en ninguna de estas 10 situaciones:
1- El desastre de Cueva Plura
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Kai Kankanen fue uno de los últimos buzos en entrar en la cueva Plura, Noruega. Era un día de invierno, en febrero de 2014, y el estanque que llevaba a la cueva estaba congelado. Los buzos tuvieron que hacer un agujero antes de la inmersión. Patrik Gonqvist y Jari Huotarinen entraron primero, y el grupo de Kai los siguió.
El plan consistía en nadar a través de las vías de Plura y salir por el otro lado, donde había una salida en la ladera de la montaña. Kai ya había hecho la mayor parte del camino cuando se encontró el cuerpo de Huotarinen. Su amigo había quedado atrapado en un estrecho pasadizo. Debido al pánico, debió haber tragado agua y ahogarse. Ahora, el cuerpo sin vida de Jari esta bloqueando el camino que debían seguir.
Jari Uusimäki, uno de los hombres que iba con Kai, fue el siguiente en morir, y Kai se quedó solo, por lo que decidió regresar. Nadó a través del agua helada de vuelta al estanque, pero no pudo encontrar el agujero que habían hecho. No le quedaba más remedio que intentar romper el hielo para conseguir salir a la superficie.
11 horas después de haberse metido en el agua, Kai consiguió salir. Los demás hombres de su grupo habían llegado a la otra salida y habían sobrevivido. Sin embargo, necesitaron casi dos meses para que sus cuerpos estuvieran recuperados por completo.
2- Nam Talu, la cueva inundada
Helena Carroll fue advertida de no entrar en la cueva Talu Nam en octubre de 2007. Era temporada de monzones en Tailandia. Los locales le advirtieron de que si entraba, no volvería. Helena, sin embargo, hizo caso omiso de las advertencias.
Su novio, John Cullen, se unió a ella junto con otros siete turistas que no vieron el riesgo. Pero pronto se dieron cuenta de la magnitud de su error. En primer lugar, oyeron un rugido repentino detrás de ellos, y entonces vieron el agua que empezaba a entrar en la cueva.
"John y yo comenzamos a subir", recuerda Helena. "Si nos quedamos aquí, nos vamos a morir", le dijo John. Él pensó que podía nadar en busca de ayuda y traer de vuelta a un equipo de rescate. Helena se quedó atrás mientras él subía. Vio como el amor de su vida era arrastrado por la corriente."
Helena estuvo en la cornisa durante 8 horas antes de que llegara el equipo de rescate. Cuando consiguieron sacarla, los cuerpos de los demás, incluidos el de John, yacían en cajas sobre la hierba. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había sido la única superviviente.
3- La Cueva Pannikin
En 1988, Andrew Wight formaba parte de un equipo de 15 personas para explorar una de las cuevas más profundas del mundo.
Una extraña tormenta golpeó la zona. Un torrente de agua se coló a través de la entrada de la cueva, y la sección central de la misma se derrumbó. Las 15 personas quedaron atrapados bajo tierra, agarrados a una pequeña repisa.
Era difícil saber qué hacer. El techo por encima de ellos estaba a punto de colapsar, pero al agua que corría por debajo de ellos era demasiado brava como para adentrarse en ella. Wight decidió intentarlo. Nadó a través del agua y logró encontrar otra salida. Durante las siguientes 27 horas, él y los demás trabajaron para sacar a su equipo de allí.
4- El desastre de Cave Creek
El grupo de 17 estudiantes que visitó la Cave Creek en Nueva Zelanda en 1995 no pensaba que estaban haciendo algo peligroso. No estaban explorando vías estrechas ni nada por el estilo, estaban haciendo una visita guiada a un circuito turístico.
Cuando se acercaron a una plataforma que daba a una sima, algunos de los chicos no pudieron evitar saltar. Pensaron que era todo diversión, pero estaban equivocados. La plataforma había sido construida por hombres sin experiencia en ingeniería. Debía haber sido atornillado, pero en su lugar habían utilizado clavos.
Con el peso de los estudiantes, la plataforma cedió y cayó, estrellándose en al abismo. Un estudiante sobrevivió agarrándose del pasamanos, pero sus compañeros de clase se precipitaron al agua y murieron.
De los 17, solo cuatro lograron sobrevivir. Fueron rescatados en helicópteros. Uno de ellos tenía fracturada la columna vertebral, pero se sintió afortunado, teniendo en cuenta que 13 de sus amigos habían fallecido.
5- Floy Collins y la Cueva de Cristal
Kentucky Floyd Collins encontró la Cueva de Cristal en 1917, y estaba decidido a explorar cada pulgada de la misma. Durante ocho años, la recorrió centímetro a centímetro hasta el día en que se quedó atrapado.
Su linterna había empezado a parpadear, y Collins trató de salir antes de que se quedara a oscuras. Estaba subiendo por un pasadizo estrecho cuando una roca de 12 kilos cortó el camino.
Durante los siguientes 17 días, los equipos de rescate trataron de salvarlo, pero no conseguían llegar hasta a él. Con el tiempo, trajeron a mineros para que cavaran un pozo, creyendo que la única esperanza era crear una nueva salida. Mientras esperaba, Collins se estaba convirtiendo en una celebridad. Turistas de todas partes venían a ver su rescate, e incluso vendedores ambulantes instalaron puestos de venta de alimentos, bebidas y recuerdos.
Pero el pozo les llevó demasiado tiempo y el día 18, Collins sucumbió a la hipotermia, la sed y el hambre.
6- Colapso de la Cueva Nutty Putty
Ryan Shurtz había estado tratando de salvar a John Jones durante 19 horas aquel fatídico 2010. John había quedado atrapado en un estrecho pasillo en la cueva Nutty Putty en Utah, y Ryan y su equipo estaban haciendo todo lo posible para conseguir sacarlo. Mientras sus hombres construyeron un sistema de poleas para sacar a John, Ryan se quedó con él para mantenerlo calmado.
"Sería mucho más fácil para vosotros sacarme de aquí si no estuviera tan gordo." se lamentaba John. Ryan prometió que él sería su compañero de entrenamiento cuando salieron. Ya estaba listo el sistema de poleas.
Cuando tiraron de él, John gritó de dolor. Le dieron un descanso, Ryan le hablaba y se detuvieron de nuevo.
Esta vez, sin embargo, las cosas se pusieron peor. La cuerda se rompió. Un mosquetón de metal cayó y le golpeó a Ryan en la cara. John volvió a caer por el agujero.
Ryan tenía que salir. Mientras la sangre goteaba de su boca, le prometió a John que volvería a por él. El equipo de Ryan lo ayudó a salir, y el padre de Ryan se hizo cargo de él. Sin embargo, John ya estaba inconsciente. Nunca volvió a despertar.
7- El rescate de Deon Dreyer
En enero de 2005, Dave Shaw estaba decidido a recuperar el cuerpo de Deon Dreyer. Dreyer había muerto hacía diez años, en un agujero de 270 metros en el agujero de Bushman en Sudáfrica, pero Dave quería llevarle los restos a su familia.
Encontró el cuerpo de Deon sin problema. Cuando trató de cubrir el cuerpo con una bolsa de plástico, la cabeza se desprendió. El cuerpo empezó a flotar y su captura se convirtió en una lucha feroz.
El aliento de Dave se aceleró. Pronto estaba respirando más rápido de lo que podía controlar. Sus esfuerzos por conseguir la bolsa eran en balde, y él llevaba allí demasiado tiempo.
Después de cinco minutos, Dave se rindió y comenzó a nadar hacia arriba, pero su linterna se quedó enganchada. David trató de liberarse, pero el cuerpo de Deon lo arrastró hacia abajo. Entró en pánico y Dave se ahogó, perdió el conocimiento y murió en el agua junto al cadáver que había intentado salvar.
8- Perdido en las cuevas de Stekfontein
A Peter Verhulsel le gusta el riesgo. Cuando él y sus amigos fueron a bucear a las cuevas de Sterkfontein, en Sudáfrica en 1984, hicieron caso omiso de todas las pautas de seguridad. Había una línea que no debían sobrepasar, pero la curiosidad de Peter le hizo explorar más allá de la ruta planificada.
Peter nadó a través de un laberinto de túneles y pronto se dio cuenta de que estaba perdido. Estaba atrapado solo en una cueva sin tener ni idea de cómo salir, y su oxígeno se estaba agotando.
En un golpe de suerte, se topó con una pequeña isla en el extremo de un túnel. Salió a la superficie y se quedó esperando en la isla, su única esperanza era ser rescatado.
Los rescatadores tardaron seis semanas en encontrar a Peter. Para entonces, su cuerpo sin vida se había reducido a huesos. En sus últimos días, sabiendo que iba a morir, garabateó en la arena: "Te amo, Shirl y Ma."
9- La Cueva de Poganica Bay
En 2002, los buzos encontraron el cuerpo de MK en el fondo de una cueva submarina en Croacia, 54 metros por debajo de la superficie. Estaba solo, pero su máscara de buceo le había sido retirada y tenía un cuchillo clavado en el pecho.
En un primer momento, la policía pensaba que se encontraban ante un asesinato. MK había ido a bucear con sus amigos, y la policía sospechó que uno de ellos lo había apuñalado y lo había arrojado para ocultar el cuerpo. Los forenses, sin embargo, revelaron que la verdad era aún más escalofriante que cualquier asesinato.
MK se había perdido en el laberinto de la cueva, y cuando su oxígeno se acabó, empezó a ahogarse. Nadó hasta una burbuja de aire entre dos rocas y trató de respirar, pero no lo suficiente como para salvarse. Se dio cuenta de que morir allí sería terriblemente horrible y doloroso.
El dolor de ahogarse era demasiado difícil de soportar, por lo que se apuñaló en el pecho con su propio cuchillo para acabar con la agonía.
10- El desastre de la cueva Mossdale
John Ogden y cinco amigos se encontraban a una profundidad de 3,2 kilómetros de profundidad en las cuevas de Mossdale en Inglaterra en 1967, cuando empezó a llover. Durante horas, subieron y se arrastraron a través de túneles oscuros y sinuosas cuevas, explorando una parte del mundo que nadie había visto nunca antes. En las profundidades de ese laberinto, no había forma de saber lo que se les venía encima.
Debido al aguacero, el nivel del agua iba subiendo y en pocos minutos, la entrada se inundó, ya que estaba situada por debajo del lago. Ogden y su grupo estaban subiendo a través de un estrecho túnel cuando escucharon el ruido del agua bajando detrás de ellos.
La única esperanza del grupo era una pequeña grieta que había en una roca más adelante. Ogden entró, pero no había espacio para nadie más. Debajo de él, el agua llenó el túnel y todos sus amigos murieron. Ogden solo tenía la cabeza por encima del agua, y estaba atrapado en una grieta.
Pasaron días antes de que lo encontraran. Para entonces, también había muerto: había seguido allí atrapado, luchando por una última bocanada de aire.