El sueño es uno de los momentos más importantes de nuestra rutina diaria y normalmente a la que menos atención le prestamos. Por todos es sabido que lo óptimo es dormir 8 horas al día para rendir al 100% durante el día, pero, ¿quién tiene tiempo para dormir 8 horas?
Un reciente estudio publicado por Sleep ha demostrado, no solo la importancia de una buena rutina de sueño, sino lo engañados que estamos cuando al dormir 6 horas, pensamos que estamos como nuevos.
Durmiendo 6 horas no se descansa lo suficiente
El estudio era simple, 48 adultos, cada uno con sus problemas, separados en 4 grupos que dormirán 4, 6, 8 horas y el último que no dormirían nada durante 3 días seguidos. Las pruebas se realizaron durante 2 semanas.
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¿Qué grupo crees que será el más zombie?
Los sujetos fueron sometidos a constantes pruebas, cada dos horas siempre que no estuvieran dormidos, dónde se valoraba su rendimiento cognitivo y tiempo de reacción además de realizarles una series de preguntas sobre su estado de ánimo, nivel de somnolencia y qué síntomas sentían.
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Los primeros resultados eran de esperar. Los afortunados que dormían 8 horas diarias no tuvieron ningún problema en pasar las pruebas y se sentían la mar de bien. Los que solo durmian 4 horas fueron empeorando los resultado desde el primer día y los privados de sueño... ahora ya puede descansar en sus casas.
El grupo de 6 horas mantuvo sus facultades hasta el décimo día.
Sorprendentemente, tanto las pruebas cognitivas como el estado de ánimo de este grupo no se vio afectado hasta el décimo día, pero en el décimo, sus resultados fueron tan malos como los que no durmieron nada durante 72 horas.
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Lo más sorprendente del estudio es que, mientras que los sujetos que no durmieron en 72 horas eran conscientes de su privacidad de sueño y las limitaciones que estaban padeciendo, el grupo que solo dormía 6 horas no eran conscientes de su nivel de somnolencia.
Dormimos poco y nos engañamos a nosotros mismos.
El día es muy largo y esta lleno de cosas por hacer: trabajo, amigos, ocio y un sin fin de cosas mejor que dormir, por eso nos autoconvencemos de que, durmamos lo que durmamos, es suficiente.
