Imagínate dormir en la playa, bajo las estrellas, solo para que te despierte un cangrejo del tamaño de un perro mordiéndote la pierna. Claramente es un buen material para una película de terror.
Afortunadamente para nosotros, los cangrejos cocoteros que pueden trepar a los árboles y crecer hasta más de un metro de largo, en su mayoría comen cocos, no humanos.
Aún así, son aterradores: recientemente, en una expedición al Archipiélago de Chagos, un grupo de pequeñas islas en el Océano Índico, un biólogo del Dartmouth College vio un cangrejo emerger de un nido subterráneo, trepar a un árbol y matar a un pájaro.
El pájaro, un piquero de patas rojas, no tenía ninguna posibilidad de escapar. Fue asesinado en cuestión de minutos. El biólogo, Mark Laidre, comentó que un puñado de cangrejos pronto llegó para hacerse con los restos y, poco rato después, todos los rastros del pájaro habían desaparecido.
Aquí está el vídeo del incidente:
Laidre dijo que encontró una isla que fue invadida por miles de estos enormes cangrejos, que pueden producir 335 kg de fuerza para atravesar materia sólida.
Un desafortunado investigador que estudiaba al artrópodo dijo que "sintió el infierno eterno" cuando en una ocasión uno consiguió pellizcarle. Para hacer peor la pesadilla, algunos dicen que los cangrejos cocoteros se sobrepusieron y desmembraron a Amelia Earhart, llevando sus huesos a sus guaridas subterráneas.
Mientras que el destino de Amelia Earhart sigue siendo un misterio, una cosa es segura: los cangrejos cocoteros son considerados como un tipo de pequeño monstruo.
Charles Darwin escribió brevemente sobre los artrópodos "monstruosos" y los científicos nombraron a los cangrejos cocoteros como los invertebrados terrestres más grandes del planeta. Además de los cocos, se sabe que los cangrejos ermitaños viven de las frutas, cadáveres y sus propios exoesqueletos.
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