Todos los días vemos noticias que nos sorprenden y nos disgustan sobre maltratos, familias que han llevado a cabo decisiones cuestionables y problemas muy polémicos. Recientemente ha copado las redes sociales la noticia de una madre que golpeó a su hijo y todo el mundo estaba expectante de la decisión del juez. Por desgracia ya tenemos veredicto y no ha gustado para nada al público.
¿Dónde está la justicia para este niño?
La polémica ha surgido porque la madre golpeó a su hija de 8 meses con un utensilio común de cocina pero el juez no la ha condenado ya que afirmaba que las heridas "podían resolverse", dando a entender que no era tan grave como parecía.
Lorien Norman tiene 26 años y aunque admitió haber golpeado a su hija intencionadamente, todo lo que se le ha impuesto es una multa de 500 dólares y una advertencia de buen comportamiento durante dos años. El juez podría haber llegado a condenarla a 13 años de cárcel, sin embargo, ha sido muy permisivo.
El juez del Tribunal de Distrito, Jack Costello, le dijo a la madre que si no reincidía en su comportamiento en los siguientes dos años, no pasaría ni un minuto entre rejas.
Todo empezó cuando Norman llamó a la policía amenazando de tirar a su hija por el balcón. Cuando la policía llegó a la casa, encontró que la hija estaba cubierta de moretones por lo que las llevaron al hospital.
Un pediatra determinó que la niña tenía al menos 8 golpes en su cara y cuerpo, sólo hay que ver las fotos para entender la gravedad de la situación.
Inicialmente la madre intentó quitarse la culpa diciendo que la niña se había caído durante el recreo, pero más tarde se declaró culpable de haberlo hecho con intención.
El juez Costello explicó lo siguiente durante el juicio:
"Si bien cualquier agresión de un niño, particularmente de una edad y vulnerabilidad tan temprana, por parte de un padre es una grave violación de confianza, su ofensa está lejos de ser la más grave de ofender en términos del grado de fuerza implicada y de la duración de la infracción [...] No hay evidencia de lesión ósea o intracraneal y las lesiones físicas de su hija probablemente se resolverán completamente"
Por su parte, el padre no está nada de acuerdo con esta sentencia y cree que deberían haber sido mucho más severos. Norman estará bajo supervisión los dos próximos años y deberá llevar a cabo un programa de terapia.
