Una estrella del fitness publicó recientemente en su cuenta de Instagram unas fotos suyas de antes y después, con una diferencia de tres años, para demostrar que el peso de una persona no es reflejo de su nivel de actividad física.
La entrenadora holandesa, Yola, tiene 82.000 seguidores en Instagram y publicó que en los tres años desde que se había hecho la primera foto (la de la izquierda), había ganado seis kilos. Pero en la foto reciente (la derecha), en realidad parece estar mucho más en forma.
"Busqué en mi teléfono mis fotos antiguas y encontré esta imagen, el peso es sólo un número", escribió Yola en el título.
Hace tres años, Yola estaba delgada, pero claramente un poco baja de forma física, a pesar de que pesaba sólo 58 kilos.
Y ahora tres años más tarde, tiene unos abdominales bien definidos, unas piernas y unos brazos tonificados y parece aún más delgada, a pesar de que ahora pesa 64 kilos.
www.instagram.com/yolaforthewin/
Eso es porque aunque la grasa y el músculo no pesan lo mismo, el músculo es más denso y se distribuye de manera diferente en el cuerpo de una persona.
Por lo tanto, una persona que realiza mucho ejercicio físico podría estar perdiendo centímetros de su cintura, pero en realidad ganar kilos en la báscula.
Espero que esto sirva de ejemplo para aquellos que se preocupan por su peso cuando están llevando a cabo un entrenamiento estricto sin conseguir diferencias de peso en la báscula. Y es que cuando una persona empieza a dedicar tiempo a practicar ejercicio no debería comprobar los resultados en su báscula, sino mirándose al espejo.
