Redd, el Pitbull protagonista de esta historia, es un perro muy considerado. Él es consciente de que el gato de la familia está allí, durmiendo, ¡y no quiere despertarlo!
Después de todo, suceden cosas terribles cuando los gatos están despiertos, incluso si tienes una reputación de ser un tipo duro. Y Redd es tan duro como dicen, ¿o no? Te lo preguntarás cuando veas cómo Redd camina por el pasillo sin despertar al minino.
Desgraciadamente, esta raza de perros tienen una mala reputación inmerecida en algunos círculos. Eso es porque se usaron como perros de pelea en el pasado debido a su fuerza. Cuando se les trata mal o no están bien adiestrado, un pitbull puede ser un enemigo formidable.
Pero antes de los años 80, rara vez se veían de otra manera. De hecho, los pitbulls son excelentes con los niños.
Redd, aparentemente, parece que no quiere llevarse mal con el gato de su casa. Así que para superarlo, tiene que escabullirse. ¡Y es muy bueno en eso!
Colocando las patas con cuidado, lentamente avanza por el pasillo sin que el gato se percate de su presencia. Entre pisada y pisada, hace una pausa, con la atención fija en ese felino dormilón. En un momento dado, casi retrocede, pero luego mantiene su posición y su respiración, hasta que pasa el peligro. ¿Quién sabe? Tal vez el gato bostezó, o abrió un ojo, o movió la cola.
Cualquiera que sea el peligro, Redd sabe cómo quedarse en su posición, estando absolutamente tranquilo; si el gato se despierta, ¡que no sea porque el perro hiciera ruido!
Finalmente, Redd se escabulle ante el gato. Una vez se encuentra más allá de la zona de peligro, su vigilancia no cesa. Él sabe que el ataque de un gato por la espalda es siempre una posibilidad.
