Un hombre insultó y agarró a una mujer en un supermercado, pero ella no dudó en defenderse

Un hombre insultó y agarró a una mujer en un supermercado, pero ella no dudó en defenderse

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Mi mujer es profesora de primaria y por suerte para mí tiene un carácter muy calmado y tranquilo. A pesar de ser extremadamente pacífica, le encanta el judo. Incluso ahora sigue yendo a unas clases de judo cada fin de semana compaginándolas con clases de defensa personal.

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Aquel lunes nos encontrábamos en el supermercado realizando la compra semanal, tal y como hacemos habitualmente. Además de hacer la compra, ese día buscábamos los ingredientes necesarios para hacer tortitas, ya que al día siguiente se celebraba el día de la tortita en el colegio de mi mujer y ella se había ofrecido como voluntaria para comprar los ingredientes que faltaban. La mayoría de los ingredientes estaban comprados, sólo necesitábamos 14 cartones de leche. E

stábamos en el pasillo de los lácteos, con un carro lleno de comida, y con mi mujer contando los 14 cartones de leche cuando de repente un extraño se aproximó a ella.

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Cliente: "¡Madre mía! Señora, deje algo para los demás".

Esposa: "Estoy segura de que habrá para todos", dice mientras mira todavía el estante de la leche.

Entonces mi mujer mueve el carro de la compra para dirigirse hasta la caja registradora.

Cliente: "Zorra engreída".

Mi mujer sigue su camino ya que tenía lo que necesita y no quería meterse en problemas.

Cliente: "¡Oye, no me ignores! ¡Te he hecho una pregunta!", dice el hombre mientras mueve su carrito para cortarle el paso a mi mujer.

Esposa: "No, solo me dijiste que dejase leche en el estante incluso habiendo de sobra para todos. Luego me llamaste zorra engreída. Así que por favor, aparta tu carro para que pueda alejarme de ti".

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Cliente: "¿Cuántos cartones tienes ahí? ¿14?", de repente toma dos cartones y los saca del carro. "Ahora tienes 10, ya puedes irte."

Esposa: "No solo eres un maleducado, también eres un idiota. 14 menos 2 son 12", se acerca a al estante de la leche y vuelve a coger dos. "Ahora hay 14 otra vez".

Intentando evitar hablar con aquel tipo, mi mujer lo rodea rápidamente con nuestro carro. En ese momento, la situación había captado la atención de algunas personas que comenzaban a mirarnos. Ante el revuelo, me muevo para dirigirme hacia mi mujer pero entonces me lanza una mirada que hace que me quede donde estoy. El hombre da un paso hacia ella y la coge por la muñeca.

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Cliente: "¿Te crees mejor que yo, zorra?"

Esposa: Con mucha calma responde, "Señor, he intentado ignorar sus insultos y cortésmente intenté seguir mi camino. Ahora me agarras de la mano de forma amenazante. Si no me sueltas AHORA mismo estoy en mi derecho a defenderme. ¿Lo entiendes, verdad?"

El hombre se queda mirándola, como si mi mujer estuviese hablándole en otro idioma.

Esposa: "Estoy obligada a avisarle de que practico judo. Por favor aléjese de mí."

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Elnuevodia

Mi mujer intenta liberarse pero entonces el hombre la agarra aún más fuerte.

Cliente: "¿De verdad crees que me puedes hacer algo, zorra?"

Llegados a ese punto, mi esposa lo golpea en la cara con la palma de su mano haciendo que la nariz sangrase sin parar. Luego le agarra de la muñeca y hace que dé una voltereta en el aire que lo deja con medio culo en el suelo y medio culo en el estante. Aún gritando de dolor y con nariz sangrando, mi mujer le dobla el dedo índice hacia atrás sin llegar a rompérselo para que no pudiese escapar. En pocos segundos dos agentes de seguridad vienen corriendo tras oír los gritos de aquel tipo y a un gran grupo de personas arremolinado a nuestro alrededor.

Guardia de seguridad: "¿Qué está pasando aquí? Señora, suéltele ahora mismo por favor."

Esposa: "Este hombre ha sido muy grosero y ha intentado agredirme. Le pedí en varias ocasiones que se alejase de mí y en lugar de eso me agarró de la muñeca. Le advertí que sé judo, pero aún así siguió utilizando la fuerza, no tuve otra opción que defenderme."

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La policía vino unos minutos después y se llevaron a aquel tipo. Algunos clientes, mi esposa y yo fuimos interrogados por la policía. Como todos decíamos lo mismo y mi mujer no hizo uso de fuerza excesiva, todos pudimos irnos sin ningún problema. El supermercado donó todos los ingredientes a la escuela y mi esposa recibió 500 € en vales. El cliente indeseable tiene la entrada prohibida a esa tienda y a los otros grandes supermercados de la zona.

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Parabuenosaires

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Fuente: Hrtwarming
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