Se podría decir que a día de hoy hay múltiples efectos para retocar una imagen o alterar la realidad. Pero lo creas o no, hay fenómenos igualmente peculiares en la naturaleza que parecen ser el trabajo de la tecnología en vez de la Madre Naturaleza.
La isla de Rhe, en Francia, es uno de esos destinos que se caracteriza por ser romántico, a la par que extraño. Esta isla, que mide solo 30 km de largo y 5 km de ancho, se encuentra en la costa oeste de Francia, cerca de La Rochelle en el Océano Atlántico, y es un popular destino turístico con lugares pintorescos a los que visitar.
Al igual que la costa sur más famosa de Francia, la isla de Rhe tiene playas fabulosas y un clima estupendo para atraer a turistas de toda Europa y el resto del mundo. Pero a diferencia de la costa sur, hay algo realmente único sobre las olas que se pueden contemplar en muchas de sus playas.
A simple vista, las olas parecen tener una forma cuadrada, repitiéndose una y otra vez para formar un patrón de tablero de ajedrez en la superficie del océano. La vista es tan inusual que, cada año, residentes y turistas por igual, a menudo acuden en masa a un viejo faro en la costa para obtener una mejor vista desde una altura mayor.
Para lo que parece ser un comportamiento de los extraterrestres o una fuerza externa igualmente extraña, en realidad, la ciencia tiene una explicación lógica.
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La isla de Rhe se encuentra en la intersección de dos mares, a menudo denominado mar de la cruz. Debajo de la superficie del océano donde se encuentran, dos patrones climáticos diferentes pueden producir distintos sistemas de ondas que viajan en ángulos opuestos.
Cuando estos patrones climáticos duran períodos de tiempo más largos, producen estas formas cuadradas inusualmente grandes que nos parecen tan extrañas.
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Aunque sea hermoso para la vista, hay que tener cuidado. Nadar dentro de esta zona es muy peligroso, debido a la fuerza de las corrientes de agua.
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