Un conductor acosó a una anciana que conducía despacio sobre una carretera cubierta de nieve. Lo que ocurre más tarde no tiene precio

Un conductor acosó a una anciana que conducía despacio sobre una carretera cubierta de nieve. Lo que ocurre más tarde no tiene precio

  • Compártelo en redes
 banner
Enlace patrocinado

Vas conduciendo en un día radiante. El sol brilla alto y en la lejanía la autopista dibuja una postal encantadora recortándose en un cielo azul de película. Pero el ensueño dura muy poco: un vehículo a toda velocidad pasa a milímetros de tu coche, borrando el encanto y provocando que la furia desborde por cada uno de tus poros.

Enlace patrocinado

Ahora otra persona está al volante, descontrolada y en busca de venganza. Con los ojos inyectados de sangre, primero muestras tu enfado tocando la bocina sin parar al tiempo que inicias una persecución alocada contra tu agresor dedicándole toda clase de insultos y obscenidades. Solo Dios sabe qué sucederá si lo alcanzas.

¿Te resulta familiar esta historia? Quizás te lo pienses dos veces la próxima vez cuando leas la historia que te mostramos a continuación.

{keyword}
Elnuevogeorgia

El pasado jueves, hubo un gran temporal por lo que toda la carretera estaba llena de hielo y nieve. Me dirigía a casa conduciendo con mucho cuidado ya que el camino estaba sin terminar y en muy mal estado. Con el tiempo, otro vehículo me alcanzó y se colocó detrás de mí.

Entonces, el coche que me persigue se pone a mi rebufo y me empieza a acosar colocándose a pocos centímetros de mi coche. Obviamente, a pesar del acoso, yo no iba a acelerar para arriesgar mi vida o la de los demás, así que mantuve una velocidad segura y seguí mi camino. Entonces, de buenas a primeras el conductor furioso comienza a tocar su claxon repetidamente, incluso cuando circulábamos pegados a un grupo de gente que estaba de pie a un lado de la carretera.

{keyword}
Diarioelargentino
Enlace patrocinado

Después de tener que oír el incesante ruido que producía su bocina durante más de cinco minutos, decide acelerar y adelantarme cuesta abajo a gran velocidad. Por desgracia para él, unos 100 metros más adelante se encontró una curva pronunciada que le obligó a girar fuertemente haciendo que perdiese la tracción y se deslizase hasta chocar directamente contra un banco de nieve. Inmediatamente intenta retroceder pero sus neumáticos giran inútilmente en la nieve.

Unos segundos después, este individuo sale del coche y empieza a hacerme señales para que me detenga y le ayude. Tranquilamente, paro mi coche junto al suyo, haciendo que una mueca de alivio se haga visible en su rostro. Entonces me apoyo sobre mi volante y hago que el tipo oiga mi bocina durante unos 10 segundos antes de bajarme del coche.

¡Esos fueron unos de los diez mejores 10 segundos de mi vida!

{keyword}
Hotmomsclub

¡Comparte esta divertida historia con todos tus amigos!

Fuente: Hrtwarming
Enlace patrocinado
  • Compártelo en redes