Ya sabemos que cambiar la funda del nórdico puede ser una tarea muy complicada que casi todo el mundo odiamos o solemos evitar. El nórdico nos resulta una cosa muy pesada y poco manejable. Intentar meter algo tan grande, y a veces pesado, por la ranura de la funda y conseguir ajustarlo todo a las cuatro esquinas con solamente dos manos es muy difícil.
Hoy te traemos una buena noticia. Te puedes ir olvidando de esa idea que tienes en la cabeza de que cambiar el nórdico es una experiencia horrible y costosa.
Podrás evitar toda esta pesadilla cuando te contemos este increíble truco que impedirá que mueras en el intento cada vez que quieras cambiar la funda del nórdico y vestir de limpio tu cama. No te sientas mal cuando pienses que has sufrido en vano.
Aquí te dejamos los pasos a seguir con imágenes para que lo veas todo más claro.
Lo primero que debes hacer es poner la nueva funda de tu nórdico del revés y extenderla sobre tu cama.
Después coloca el nórdico encima de la funda, extendido también sobre la cama.
Comienza a enrollarlo desde la parte de la funda que se encuentra cerrada.
Cuando tengas el nórdico completamente enrollado, sujétalo por una esquina y gira la parte del final para hacer que la cara visible, la decorada, quede encima. Si tu funda tiene botones, será el momento de abrocharlos.
Debe quedar algo así.
Cuando ya lo tengas, comienza a desenrollar el nórdico.
Estíralo bien en la cama…
Y ya tendrás tu nórdico listo sin apenas esfuerzo.
¿No te ha parecido increíble?
Aquí te dejamos el vídeo para que puedas ver el proceso al completo y entenderlo mejor.
La próxima vez que te toque cambiar las sábanas, ¡ya no tienes excusa!