Cuando Rocky apareció en la puerta de la que sería su nueva madre y abuela con tan sólo 5 semanas de edad, parecía estar en sus últimas. Estaba gravemente desnutrido, su pelaje enmarañanado y estaba cubierto de gusanos. Pero gracias a su rescatadora, la usuaria de Imgur tayknox007, y a su laborioso cuidado, Rocky pudo sobrevivir y ser el perro más feliz del mundo.
Antes de encontrar a Rocky, su nueva madre sufría de ansiedad y depresión. Cuando Rocky se recuperó, el pequeño perro empezó a comportarse de una forma muy curiosa en relación a los pensamientos y actitudes infelices de su nueva ama.
Cuando el cuerpo de Tay se sumía en malos pensamientos y comenzaba a agobiarse, Rocky aparecía siempre a su lado para distraerla y alejar esa oscuridad. Empezaba a acariciarla y a lamerla, cosa que ayudaba muchísimo a su dueña a escapar de sus propios traumas.
Desde entonces estos dos se han convertido en uña y carne, inseparables. Este tipo de relación entre animal y ser humano nos recuerda que la compañía y la bondad se comparten entre corazones, da igual la especie que sea.
Conoce la historia completa de ambos a continuación.
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