No nos ha dado tiempo a disfrutar del verano cuando ya nos hemos metido de lleno en pleno otoño. Lo cierto es que estoy deseando que haga más fresquito para poder cambiar un poco la decoración de casa, poner manitas en los sillones y ponerme ropa calentita. Sin embargo, mis hijos para lo que quieren que llegue el otoño es para celebrar Halloween.
El otro día, navegando por internet, me topé con este proyecto de una manitas llamada Diana. La verdad es que me dejó muy sorprendida y creo que es algo que le encantará a mis niños.
El proyecto consistía en crear unas calabazas decorativas de hormigón. Para ello, Diana compró calabazas de plástico que puedes encontrar en cualquier bazar.
Hometalk
A continuación, creó la mezcla de hormigón utilizando unas dos tazas de hormigón, una taza de musgo de turbera y una taza de perlita.
Añadió agua a la mezcla y removió hasta obtener una consistencia más o menos parecida a la que tiene el queso de untar.
Cuando ya tenía la mezcla lista, le añadió colorante naranja para que las calabazas fuesen más reales y no tuviesen el color gris del hormigón.
Una vez hecho esto, cubrió el agujero pequeño de la parte inferior de la calabaza. Después echó aceite de girasol por todo el interior para que la mezcla no se pegase al plástico.
A continuación comenzó a echar toda la mezcla dentro de la calabaza de plástico.
Cuando la llenó hasta arriba, Diane añadió un hierro que tenía en casa para crear el tallo de la calabaza.
Dejó que el hormigón se secase durante varios días y cuando comprobó que ya estaba completamente seco, decidió quitarle el molde de plástico. Para ello se ayudó de un cuchillo y comenzó a rajar todo el plástico.
¡El resultado me pareció brillante! Estoy segura de que lo probaré dentro de poco para que, cuando llegue Halloween, mi casa esté preparada para asustar a todos mis invitados.
Seguro que a mis hijos les encantará hacer este proyecto conmigo.
Hometalk
