Probablemente hayas jugado millones de veces al Monopoly con tus amigos y la partida te ha costado más de una amistad, pero pocos son los que conocen sus normal al dedillo y los que las conocen, prefieren ignorarlas deliberadamente. El atractivo de este juego es que tú te haces millonario a costa del empobrecimiento del resto de contrincantes y eso siempre es placentero.
Este juego milenario tiene más reglas inventadas que las que vienen recogidas en el libro de instrucciones y hoy hemos recopilado para ti, las mejores.
Las normas más absurdas del Monopoly
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1- Primera vuelta
En muchos grupos de amigos, la primera vuelta es solo de reconocimiento, y hasta que no se ha pasado por la casilla de salida por primera vez, no se puede adquirir ninguna propiedad. Esta norma está muy extendida, pero no aparece en ningún manual.
2- No se puede ganar dinero en la cárcel
Mientras estás en la cárcel, no puedes cobrar ni el alquiler ni los beneficios de tus propiedades, pero en realidad esta norma no es cierta, se la inventó alguien para hacer más suculento el castigo de la cárcel.
3- Aparcamiento gratuito
Para muchos, la casilla más afortunada de todos. Es costumbre que las impuestos y tasas se pongan en el centro del tablero, en lugar de dárselo a la banca, y si caes en la casilla del aparcamiento gratuito, te lo llevas todo. En realidad, esta casilla solo es de relleno, no tienen ninguna finalidad, pero nos gusta más el fin que le han dado.
4- Subastar propiedades
Para comprar una propiedad, hay que caer en ella, o al menos así era hasta ahora, pero en las reglas del Monopoly viene contemplada la posibilidad de subastar una propiedad si nadie cae en ella. Una forma de obtenerla a un precio más competitivo.
5- De vuelta al banquero
Cuando un jugador se queda sin dinero, todas sus propiedades van a la banca para alargar el juego, pero en realidad las normal recogen que todas las propiedades pasan a ser propiedad de la persona a la que le deba más dinero.
Si no conocías todas estas reglas, quizás deberías volver a echar una partida al Monopoly para comprobar si sigues siendo el rey del tablero.
