Con tan solo 250 gramos, el bebé más pequeño del mundo pesaba al nacer menos que un pomelo

Con tan solo 250 gramos, el bebé más pequeño del mundo pesaba al nacer menos que un pomelo

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Cuando unos padres están esperando a un bebé, el momento de traerlo al mundo suele ser el más emocionante. Pero al mismo tiempo, es un momento de miedo e incertidumbre, porque hay muchas cosas que no conoces sobre tu futuro hijo.

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En el momento en el que te conviertes en padre, vas a tener la tarea de por vida de tener que preocuparte por todos sus problemas, ya sean grandes o pequeños.

La ansiedad de los padres aumenta cuando saben de antemano que el parto será un momento complicado. Para los Grabarcyks, una joven pareja de Alemania, el primer signo de que el embarazo iba a ser todo un reto fue cuando se dieron cuenta de que el bebé que estaban esperando no estaba creciendo de forma normal en el útero.

Lo que ocurrió después fue un verdadero milagro, cuando los preocupados padres y el médico decidieron enfrentarse a una arriesgada cesárea para intentar salvar la vida de su pequeña.

Continúa para conocer a Emelia Grabarcyck, ¡la bebé más pequeña del mundo!

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Cuando Sabine Grabarcyk se quedó embarazada y esperaba, junto con su marido Lukas un bebé, estaban emocionados como cualquier otros padres.

Pero a las 26 semanas, su doctor en el Hospital St. Mary's en Witter, Alemania, les dio malas noticias. Su pequeña bebé, no estaba creciendo normalmente en el útero de su madre.

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Cuando un médico se da cuenta de que un bebé no está creciendo lo suficiente, enseguida empiezan a considerar diferentes opciones, incluyendo la posibilidad de forzar un nacimiento prematuro.

A veces, un bebé prematuro tiene más posibilidades de salvarse que uno que cumple el plazo, pero no está creciendo en el interior del útero.

Para Lukas y Sabine fue una decisión muy complicada.

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Con 26 semanas, el bebé sólo tenía un mes más de la que se considera el mínimo para que un embrión esté formado, 22 semanas. Y con este tiempo, solo un 10% de los nacimientos tienen posibilidad de sobrevivir.

Era tan pequeña que no tenía las mismas posibilidades que un bebé normal que llevara este tiempo de gestación.

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Pero Sabine y Lukas confiaron en su médico, el doctor Bahman Gharavi, y decidieron seguir adelante con la cesárea para intentar darle a su pequeña una posibilidad de sobrevivir.

Emelia vino al mundo con tan sólo 250 gramos, más pequeña de lo que un bebé suele ser con 19 semanas, 3 semanas antes de lo que se considera que es viable que un bebé abandone el útero.

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A pesar de su diminuto tamaño, el Dr. Gharavi la llamó "pequeña luchadora" desde el primer momento.

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Era tan diminuta, que su pie era más pequeño que la uña de un adulto. Sus posibilidades eran mínimas, pero aún así, Emelia llegó al mundo contenta.

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Según nos cuenta el Dr. Gharavi, "Incluso bebés que nacen con 400 gramos raramente sobreviven. Así que podemos estar muy agradecidos porque Emelia haya sobrevivido."

A pesar de que las esperanzas eran casi inexistentes, la pequeña sobrevivió, y ahora, 6 meses después, goza de buena salud.

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Aunque durante bastante tiempo su futuro fue dudoso, poco a poco Emelia ha ido creciendo y superando sus problemas físicos.

Cuando nació tenía aproximadamente el tamaño de un pomelo, pero hoy, pesa más de tres kilos, un peso saludable para un recién nacido.

Y Emelia no está simplemente sobreviviendo, está en perfecto estado; a pesar de su bajo peso no presentaba signos de ningún tipo de minusvalía, y si sigue así podrá disfrutar de una vida saludable.

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Si te has quedado impresionado con la historia de esta pequeña guerrera...

¡No dudes en compartir la historia con tu familia y amigos!

Fuente: LittleThings Imagen de portada: Wikimedia
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