Graduarse en el instituto es uno de los momento más esperados por todos lo alumnos, sin embargo no todos llegan a ella con la misma ilusión. La mayoría de los adultos recuerdan sus momentos de instituto con melancolía y alegría, pero por desgracia no siempre es así, y no para todos son los mejores años de su vida. Esta es la historia de graduación de uno estos alumnos.
Jesse era conocido y respetado por todos, así que todo el mundo intuía lo que iba a decir en el discurso de graduación. Por un momento se mantuvo en silencio, miró las caras de sus compañeros de clase, se acercó al micrófono, y finalmente empezó a hablar...
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Y esto fue lo que contestó a todos:
"Como delegado de clase, aquí estoy para dirigirme a vosotros hoy. He estado despierto casi toda la noche, considerando las palabras que debía decir. Rememorando mis días de colegio y todas las cosas que he hecho. Me han venido muchos recuerdos, pero siempre termino centrándome en el mismo."
Entonces Jesse sacó una foto y la enseño. Cuando todo el mundo pudo verla, el silencio fue el único sonido. Entonces empezó a hablar de un compañero de clase, al que prácticamente ninguno conocía.
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"La vida de Charlie parece no tener sentido, si la comparas con la tuya o con la mía. Ninguno de nosotros lo entendemos, nunca le hemos dedicado tiempo. Sólo vemos lo que queremos ver, no tiene clase. Está muy lejos de ser popular, el objetivo de todas nuestras burlas en el colegio. Eso es todo lo que sabemos de Charlie, lo que hemos decidido por nosotros mismos. Él no se merecía nuestro tiempo, un marginado que merece estar solo. Pero Charlie también tiene una pasión, tenía un sueño. Sólo tenía un deseo, jugar en nuestro equipo de fútbol.
Pero por supuesto eso era ridículo, totalmente absurdo, Charlie no era deportista, era un friki. En las clases de educación física nunca era capitán, siempre era elegido de los últimos. Era el típico chico nada popular, prefería la historia, las ciencias o las matemáticas. Y muchos de nosotros fuimos los responsables de conseguir que dejara de querer jugar. Durante semanas nos burlamos de él, le insultamos, día tras día.
Nos aseguramos de que no fuera bienvenido, por ningún otro del equipo, y no sé por qué estúpidas razones, conseguimos destruir su sueño. Y hoy estoy aquí, como delegado de las clase, para reconocer que lo hice mal. Estoy aquí para hablar por Charlie, quien no puede estar aquí, se ha ido."
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Pero creo que debo compartir la razón por la que Charlie no se encuentra hoy aquí con nosotros. Palabras crueles, que definitivamente son como armas, han destruido el cuerpo y el alma de Charlie. Por todas las burlas que ha sufrido, que lo han hecho sentirse fuera de control. Y Charlie sólo en la batalla.
Consiguió drogas de un traficante y su madre encontró su cuerpo anoche. Quizás haya sido un accidente o quizás Charlie quería morir. Pero no importa como ocurrió, nosotros como sus compañeros de clase sabemos por qué. Para quien no ha sufrido nunca burlas o se ha sentido avergonzado, estoy seguro que todos los que estamos hoy aquí hemos sentido tristeza o dolor alguna vez. Todos tenemos nuestros batallas que superar, pero no importa nuestra justificación, el daño que le hemos hecho a Charlie nunca estará justificado."
Entonces Jesse agarró fuertemente la foto de Charlie entre sus manos, y comenzó a hablarle a la foto, palabras espontáneas.
"Si solo yo te hubiera ayudado de alguna manera, a conseguir tu sueño. Si solo un profesor, un compañero, si alguien hubiera intervenido... Pero sé que ya nunca podré volver atrás, nunca podré deshacer lo que he hecho. Ya nunca podrás conseguir tu diploma, ni podrás volver a jugar en un equipo de fútbol. Pero en lo profundo de mi corazón me pregunto, que habría pasado si...
Si yo hubiese estado lejos de ti, ¿habrían acabado así tus años de instituto?"
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Jesse se perdió en sus pensamientos de una vida que había terminado demasiado pronto, hasta que la gente tosiendo captó su atención, y susurros nerviosos empezaron a llenar la sala.
Entonces Jesse se giró sonriendo, enseñando una importante lección con sus últimas palabras:
"Me gustaría presentarles a nuestro graduado con matrícula de honor. Por favor, dedíquenle toda su atención, escuchen todo lo que tiene que decirnos."
Entonces Jesse dejó la foto de Charlie sobre el podio, mirando a la multitud.
Este silencio les dio a todos una importante lección de vida.
