El 'submarining' es un arma de destrucción masiva que emplean algunas personas, de forma consciente o inconsciente, con sus parejas. Los que se hacen llamar 'submariners', son aquellas personas que desaparecen sin dejar rastro, que se hunden como el Titanic en mitad del océano del amor.
Pero estas personas tienen una cualidad muy significativa y, es que, a diferencia del barco que se ha hundido, flotan y vuelven a aparecer para hacer lo mismo una y otra vez. Esto solo puede provocar un sentimiento en la otra persona: inseguridad y desconfianza.
Idas y venidas que acaban por terminar con las esperanzas de cualquier persona capaz de querer a alguien. Lo único que la otra persona espera es que el 'submariner' salga a flote para volver a pasar por el mismo hundimiento.
La principal diferencia que tienen estos navegantes con las personas que practican el 'ghosting', es que resurgen de sus cenizas después de haberse marchado y tratan de actuar como si nada hubiera pasado.
El amor se basa en el amor y la confianza, y lo que consigue esta técnica es arrancarte la esperanza y la ilusión de un mordisco. Es difícil entregarte a una persona cuando ya has tenido una experiencia como esta en alguna de tus relaciones.
Los 'submariners' tienen un perfil muy definido y puedes intuir que lo son cuando los conoces. Son personas poco agradecidas y creen que tienen el poder absoluto sobre el destino de la relación. Ellos deciden cuándo empieza y finaliza sin mirar atrás ni contar con nadie.
No son capaces de adaptarse a ideas o planes diferentes a los suyos y muestran un rechazo bastante evidente al compromiso en una pareja. No miran al futuro, se basan en un Carpe Diem continuo sin crear lazos emocionales de ningún tipo.
Redes sociales poco actualizadas, incluso llegando a convertirse en fantasmas de la noche a la mañana. Jamás esperes de ellos que sean flexibles con su tiempo o te pidan perdón en ciertas circunstancias; no lo harán.
Evita a toda costa gente tóxica en tu vida. Tu tiempo es igual de valioso que el de tu pareja y te mereces un trato justo y cariñoso por su parte. ¡Las relaciones son para disfrutarlas, no para sufrirlas!
