Todos sabemos que el consumo de alcohol en exceso afecta muy negativamente a nuestro cuerpo, aunque muchas personas piensan que los efectos sociales y psicológicos que nos proporcionan hacen que los daños "merezcan la pena".

Aunque el hecho de consumir alcohol es una decisión que debemos tomar cada uno de nosotros, es mejor que lo hagamos poniendo todas las cartas sobre la mesa para poder conocer importancia del asunto.

El consumo de alcohol en exceso provoca daños tanto a corto como a largo plazo. Una vez que lo ingerimos, el alcohol hincha nuestro estómago y hace que su vaciado se prolongue.

Todos sabemos que el consumo de alcohol produce deshidratación, pero, ¿Sabes realmente en qué medida?

50g de alcohol en 250 ml de agua (lo correspondiente a 4 copas) hace que eliminemos de 600 a 1.000 ml (casi un litro) de agua a lo largo de varias horas. Además, beber demasiado nos produce resaca, no solo nuestro cuerpo estará deshidratado sino que también nuestro cerebro estará completamente K.O.

Aunque beber nos haga sentir temporalmente "mejor", el consumo de alcohol es sorprendentemente dañino. A continuación podrás descubrir algunos de los efectos que acarrean el consumo de alcohol a largo plazo. Quizás a partir de ahora no pienses que beber alcohol merezca la pena.

Tiene propiedades cancerígenas

Así es, el alcohol puede provocar cáncer. Los estudios han demostrado que existe una relación directa entre el consumo de alcohol y el desarrollo de cáncer.

El consumo regular de alcohol puede derivar en cáncer de esófago, de hígado, de cuello, de mama y un largo etc.

Disminución de producción de vitaminas

El consumo de alcohol provoca una disminución en la producción de vitaminas B12, aquellas encargadas en mantener las células del sistema nervioso y de la sangre saludables además de crear y regular el ADN.

También disminuye la absorción de vitaminas D y de calcio de nuestro páncreas. La pérdida de estos elementos indispensables para nuestro cuerpo crea múltiples fallos en nuestro sistema, particularmente en nuestra estructura ósea.

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Daña el hígado

Consumir alcohol con regularidad provoca cirrosis, una enfermedad que afecta gravemente al hígado. Los daños causados por la cirrosis pueden ser irreversibles, incluso pueden provocar la muerte.

Depresión

Aunque muchas personas buscan en la bebida la solución a sus problemas, el efecto que obtienen a largo plazo es totalmente el contrario. Un consumo constante de alcohol afecta al cerebro de manera que facilita la aparición de ciclos de depresión.

Pérdida de memoria

El alcohol puede afectar al cerebro de manera que nos sea cada vez más difícil recordar las cosas. Con el tiempo, una persona que bebe regularmente puede llegar a perder la capacidad de recordar lo que sucedió cuando aún estaba sobrio.

Comparte con todos tus amigos los riesgos que existen ante un consumo excesivo de alcohol.

Fuente: Higherperspectives