Ya sabemos lo que se suele decir qué sucede cuando las mujeres viven juntas. De repente tienen deseos de chocolate y se quedan sin tampones al mismo tiempo. Parece que los ciclos menstruales tienden a equipararse. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esto? ¿Tiene una demostración científica o es simplemente casualidad?
¿Qué es exactamente la "sincronización menstrual"?
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La teoría detrás de la sincronización de los ciclos menstruales es que las feromonas, o "señales químicas que se liberan en el aire por un individuo en el medio ambiente y que afectan a la fisiología o comportamiento de otros miembros de la misma especie", interactúan cuando están en estrecha proximidad.
El concepto fue documentado por primera vez en el documento de investigación seminal de Martha McClintock en 1971. McClintock observó a 135 mujeres estudiante del Wellesley College que vivían en el mismo sitio y encontró "un aumento significativo en la sincronización de las fechas de comienzo", entre las mujeres que pasaban mucho tiempo juntas.
Su estudio, basado en un análisis de cerca de ocho ciclos por mujer, encontró que las compañeras y amigas cercanas vieron el número medio de días entre el comienzo y el final del período, de ocho o nueve días a cinco.
¿Puede realmente sincronizarse el período de las mujeres?
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Mientras que algunos investigadores siguieron a McClintock fueron capaces de replicar sus hallazgos, muchos no encontraron pruebas de la sincronía menstrual. En 1992, el investigador H. Clyde Wilson encontró errores en el modelo de estudio de McClintock, específicamente su selección de la muestra y el método de determinación de las fechas del inicio del periodo al comienzo de su estudio. Cuando corrigieron esos errores, no hallaron evidencia significativa en la sincronización menstrual.
Un estudio realizado en 1999 encontró que el 80% de las mujeres cree en el fenómeno de sincronización. Es un concepto poderoso que las mujeres puedan hacer que sus periodos se igualen.
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En 2006, Yang y Schank escribieron que "la variabilidad del ciclo conduce a convergencias y divergencias repetidas en ciclos posteriores, que pueden explicar la percepción de la sincronía."
Desde el estudio de McClintock ha habido suficiente investigación con resultados negativos sobre la sincronización menstrual.
Si bien no hay evidencia sólida de la sincronía menstrual por el momento, los investigadores todavía están estudiando la teoría.
