A veces podemos pensar que los seres humanos creen que tienen el mundo a sus pies y que el resto de las especies animales y vegetales viven para su uso y disfrute.
Dicho así, seguro que te produce un poco de rechazo, pero la realidad es que los alimentos y productos que usamos a diario a veces pueden ir acompañados de algunas prácticas que podrían resultar un tanto impactantes cuando las ves desde fuera.
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Atención a lo que te vamos a contar. Si te decimos que hacerle un agujero directo al estomago a un animal, en este caso una vaca, se trata de una actividad que se practica con bastante frecuencia, ¿qué pensarías sobre esto?
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Esta práctica tiene nombre, Ruminotomía.
Consiste en perforar el lomo de una vaca y dejarle una herida abierta con el tamaño necesario para que quepa un brazo humano.
Se trata una técnica que se emplea para el vaciado de los preestómagos en casos de urgencia debido a la aparición de algún problema o presencia de bezoares o de otros materiales extraños y de cuerpos punzantes que traumaticen al retículo.
Con esta técnica se busca diagnosticar la presencia de cuerpos extraños en el rumen de las vacas.
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Esta abertura suele tener unos 20 centímetros de diámetro que van directos al rumen. El rumen es la primera de las 4 cavidades que componen el aparato digestivo de todas las vacas, y en la que se produce el mayor volumen de actividad.
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Pero no pienses que los veterinarios van a dejar esta cavidad abierta a posibles infecciones, en lugar de eso una prótesis permite el cierre de la herida.
Esta intervención requiere cirugía y de 4-6 semanas de postoperatorio.
Esta técnica se realiza para que los veterinarios puedan examinar directamente el estómago de la vaca y analizar su contenido y composición.
De esta manera, cuando las vacas enferman se tiene un rápido acceso a su estómago y así poder detectar cuerpos extraños que puedan aparecer, además permite conocer la calidad de la dieta del propio animal.
