Seguro que te ha pasado alguna vez: aunque estés realmente cansado después de un largo viaje, cuando llegas a tu hotel o lugar de destino no logras dormir bien la primera noche, no descansas correctamente.
Da igual que hayas estado durmiendo durante 8 o 10 horas seguidas, cuando te levantas estás cansado y probablemente tengas dolor de cabeza.
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No sólo te ocurre a ti, es un fenómeno muy común y que de hecho tiene una explicación científica. Un grupo de investigadores de la Universidad de Brown (Providence, Estados Unidos) ha estado investigando los motivos por los que se da este hecho y ha publicado el estudio en la revista Current Biology.
Según el estudio, cuando dormimos fuera de nuestra casa, en un lugar poco habitual, un hemisferio del cerebro permanece activo en nivel de alarma, por lo que realmente no está descansando. Esta situación se produce porque nuestro cuerpo quiere vigilar que ocurre alrededor ante posibles peligros que acechan en ese lugar nuevo y extraño.
Pero no somos tan especiales como pensamos ya que no somos los únicos seres a los que les ocurre esto. Los delfines tienen un mecanismo de protección bastante similar que consiste en desconectar alternativamente cada lado de su cerebro mientras descansan: primero duerme el hemisferio derecho mientras el izquierdo permanece alerta y viceversa.
Para alcanzar esta conclusión del estudio, el equipo de científicos de la Universidad de Brown, dirigidos por la doctora Masako Tamaki, monitorizó la actividad cerebral de un grupo de personas mientras descansaban en el laboratorio. Se produjo una comparación entre la primera noche que pasaron allí con el resto de las noches, descubriendo que en la primera, el hemisferio izquierdo no permanecía del todo desconectado. En el resto de noches esto no ocurrió, a partir del segundo día el cerebro de los diferentes sujetos permanecía desconectado normalmente.
Este sistema de protección probablemente sea heredado de nuestros ancestros, del tiempo en el que vivían en cuevas y debían protegerse contra depredadores nocturnos. Se podría decir que dormir de forma profunda en la antigüedad equivalía a una muerte casi segura por lo que desarrollaron un sueño ligero que les permitía descansar y estar atentos a su alrededor.
Tener un hemisferio alerta puede provocar que despiertes de forma rápida ante cualquier posible amenaza. Según explica la doctora Tamaki, 'Hemos descubierto que cuando le presentamos señales auditivas raras al hemisferio vigilante pueden provocar que el sujeto se despierte'.
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De hecho los investigadores hicieron que el oído derecho (correspondiente al hemisferio opuesto) recibiera un pitido durante las noches y la mayoría despertó, algo que no sucedía si el pitido se aplicaba en el oído contrario.
El estudio también estableció que el efecto se podría reducir si llevas contigo tu propia almohada o te alojas en un hotel muy similar a tu propia habitación.
